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Un fin de semana muy intenso ha tenido la localidad de Chamartín, ya que celebraban las fiestas de verano, con un pueblo crecido con la llegada de las vacaciones y el regreso de los lugareños desplazados. Aunque la fiesta se inició el viernes (algunos comenzaron incluso un día antes), fue el sábado el día de mayor afluencia de visitantes debido especialmente no sólo a los concursos tradicionales de petanca, juegos de cartas, etc, sino sobre todo a la actuación del grupo folcrórico Urdimbre que puso el toque de color en el frontón chamartino, recordando los bailes del pasado y las vestimentas tradicionales de la provincia. Una gran labor de mantenimiento y recuperación de las danzas populares. Al finalizar y ya de noche, frente a ellos, salió La Luna, la orquesta del mismo nombre que también consiguió llenar las eras del pueblo con su espectáculo musical. Tradición y ritmo actual fundidos en un mismo lugar que hicieron vibrar al personal. Y en sólo unos días, serán los Vettones y Lugnashad los protagonistas de otro fin de semana de vértigo.