En el día del tercer aniversario de la muerte del arqueólogo e historiador abulense Emilio Rodríguez Almeida, sus amigos, alumnos y familiares, entre ellos su mujer, Juliana Wilhelmsen, volvieron a reunirse en el Episcopio para recordar su vida y obra y repasar las actividades realizadas a lo largo del pasado año para reivindicar la figura de este destacado intelectual, entre ellas la celebración de la segunda jornada del Día de los Puentes.

El acto, al que precedió una misa en su memoria en la basílica de San Vicente, fue presentado por Juan José Castell, quien subrayó las «muchas habilidades» de Rodríguez Almeida, de las que este año se pusieron en valor la arqueología y la música tradicional.

Al inicio del mismo se guardó un minuto de silencio en su memoria y dos fueron los ponentes encargados de acercar a los presentes a algunas de las muchas aportaciones del inolvidable profesor al conocimiento de nuestro pasado. Así, la doctora en Historia Antigua María Mariné, subrayó el «poso científico que ha dejado para los especialistas de Ávila romana o la epigrafía latina». «Fue un investigador permanente e independientes, que tuvo la suerte de dedicar a su afición toda su vida».

Por su parte, Pedro Almeida se aproximó al autor de Ávila romana a través de la música tradicional y resaltó su faceta de «humanista, con una sensibilidad y una actitud realmente de artista». Así, remarcó «su amor por todo tipo de arte y en especial por la música» .