El punto limpio superó los 200.000 usuarios en los últimos 20 años, lo que supone una media de algo más de 10.000 personas que recurrieron a esta infraestructura al año. Es cierto que esta media puede resultar algo engañosa puesto que se ve una evolución que hace que, con algún salto que otro, de forma general se hayan ido ganando usuarios con el paso del tiempo. Solo hay que ver la diferencia entre los 2.100 usuarios que hubo en el año 2000 hasta los casi 15.500 que se contabilizaron durante 2020.
Desde el año 2000 se ve cómo la cifra de usuarios fue subiendo hasta el pico de 14.498 personas en 2010. Es cierto que a partir de ahí se produjo un bajón, con 3.000 personas menos y fue habiendo descensos en los años siguientes hasta que en 2017 volvió a tomar un camino de subida. Entonces se superaron los 10.000 usuarios y ha ido ganando adeptos según pasaba el tiempo.
Resulta curioso que precisamente el pasado año, cuando estábamos inmersos en toda la pandemia sanitaria de la covid-19, fue cuando se alcanzó el mayor pico de usuarios en estas instalaciones, con 15.499. Y lo que es más, en lo que va de año parece que, aunque con algo menos de uso, también se está recurriendo con frecuencia al punto limpio, ya que hasta junio se superaron las 6.000 personas que acudieron a dejar residuos en esta infraestructura situada en el polígono de Las Hervencias.
Si se miran los datos de 2020, con este aumento, el mayor uso del punto limpio se hizo los martes con 2.799 usuarios, aunque en realidad las cifras son muy parecidas, superando los 2.000 todos los días, con la excepción de los domingos, cuando solo fueron 28. En el global de todos los años el mayor uso en las dos últimas décadas estuvo los lunes, con más de 37.000 personas.
Respecto a las horas, es de 12,00 a 13,00 horas cuando más personas fueron al punto limpio de la capital, con 3.282 el pasado año y siendo el único horario en el que se superan los 3.000. El menor uso fue de 14,00 a 15,00 horas, con apenas 45 personas, o el centenar de la hora siguiente. La situación se refleja con exactitud en el global de los últimos 20 años.
Todas las personas que acuden al punto limpio y con ello contribuyen al cuidado del medio ambiente lo hacen para dejar residuos muy diferentes. Pueden ser desde envases a maderas, desde escombros a electrodomésticos o desde aceite usado a pilas. En el último año destacan, entre los residuos que se miden en kilos, los más de 170.000 kilos de escombros o los más de 88.000 de maderas. También están los 32.000 de metales o muebles y enseres o los 23.500 de papel y cartón.
Entre los que se depositan por unidades, llegaron al punto limpio 19.899 de diferentes tipos de electrodomésticos que no se especifican. Sí que se conoce que se depositaron 1.541 pantallas de ordenador y televisores, 932 teléfonos móviles, 238 lavadoras y 208 frigoríficos. Como curiosidades, llegaron al punto limpio 543 colchones o 461 neumáticos, además de que siguen llegando radiografías, 3.162 durante 2020.
Más de 181.000 pilas de no botón se recogieron el último año en el punto limpio, además de 1.897 bombillas. Hubo también 4.779 litros de aceite usado mineral de automoción, 211 filtros de aceite y 162 baterías de automóvil.
A lo largo de los años se ha visto cómo iba variando el tipo de depósitos que se llevan al punto limpio. Algunos ejemplos se encuentran en los somieres, que no llegan desde 2007; en neumáticos, cuyo número ha ido creciendo desde 2005;el aceite usado vegetal, con auge en los últimos años, o las pilas de botón, que superaron las 10.000 en 2005 y en los últimos años no se han recogido.