Bajo el aguacero las cuentas de la permanencia quedaron en papel mojado. Porque aunque el objetivo marcado por el Colegios Diocesanos Aqualia pasan por sumar entre 7 y 9 puntos, y con doce por jugar aún es posible, en la calculadora colegial estaban los tres puntos de la tarde del sábado. La lucha sigue viva, pero no entraba en los planes ni en la hoja de ruta ceder un empate este sábado ante el Alcobendas, un rival que, como los colegiales, llegaba al Sancti Spíritu a jugarse la salvación y regresaron a casa con un punto que, a domicilio, quizás tenga otro sabor. Porque en casa un empate, y con el calendario que queda por delante, tiene sabor a oportunidad perdida. Y se perdió la oportunidad especialmente tras una primera mitad en la que, bajo la intensa lluvia, los de Iván Lastras dieron un baño de fútbol a un Alcobendas totalmente perdido pero que terminó el partido sumando ocasiones y obligando a Garrosa a defender el punto finalmente obtenido.