Cuando se tiene entre las manos un libro titulado ‘Vidas sorprendentes’ y en la primera línea de su contraportada se dice que «la vida es una caja de sorpresas y Dios nos las destapa en el momento que menos podemos esperar» lo más lógico será pensar que se trata de un libro para personas creyentes.

Pero es el propio autor, en este caso el padre ArturoDíaz, capellán del Monasterio de la Encarnación y rector del Santuario de Sonsoles, el que aclara casi nada más arrancar nuestra entrevista que el libro en cuestión «es para creyentes y ateos». De hecho, entre los once protagonistas de las otras tantas historias que dan forma a ‘Vidas sorprendentes’ encontramos ateos y creyentes con vidas muy distintas y con países de origen súper alejados, pero todos ellos con dos fuertes nexos en común: la felicidad y el cambio de vida que experimentaron después de que Dios, de una u otra manera, les interpelara en algún momento de sus vidas.

Así, mientras que alguno de ellos, ateo, se convirtió al catolicismo de manera sorprendente, otros, católicos practicantes (incluso con vocación sacerdotal) «encontraron un día una gran misión que realizar».

«Son personas que se vieron sorprendidas por eventos que les hicieron dar un giro en sus vidas, en algunos casos, de 180 grados», explica el sacerdote, que después de haber publicado ‘Vidas edificantes’ se lanza ahora a contar historias que conoce de primera mano (de hecho, nos aclara, ésa fue una de las premisas que se marcó a la hora de seleccionar las historias) y que sospecha que van a gustar mucho a los lectores.

¿Ypor qué nos sentimos todos, creyentes o ateos, tan atraídos por este tipo de historias de transformación vital o de conversión tan radicales? «Pues por el anhelo de felicidad que todos llevamos dentro», responde sin dudarlo el padre Arturo.«Cuando encuentro personas realizadas y que eran infelices me llama mucho la atención. Y me gustaría poder alcanzar esa dimensión, esa altura de felicidad», dice con humildad este Legionario de Cristo.

Historias, por ejemplo, como la de la abulense Cristina Somoza, policía nacional de profesión que encontró a Dios enTierra Santa durante un viaje al que acudió medio obligada; la del cineasta Juan Manuel Cotelo, que cambió su faceta como periodista para dirigir películas con profundos mensajes; o la de la francesa Marion Bertagnolio, a la que Dios ‘asaltó’ en una visita turística en La Encarnación.

Y es que la gracia de Dios también se encuentra, como asegura el padre Arturo, «en lo cotidiano. Y en esa cotidianidad se puede encontrar lo que Dios estaba esperando para ti, que es maravilloso».

‘Vidas sorprendentes’ se presenta este viernes 23 de julio en el Auditorio Municipal de San Francisco.Está previsto que el acto arrancará a las 20,00 horas.