Mediados de octubre, tres fases y tres ascensos. Es la propuesta que está tomando forma y fuerza a lo largo del fútbol no profesional para una próxima Tercera División que sigue sin arrancar en Castilla y León pero que va tomando cuerpo en otras federaciones, como Extremadura, Andalucía o Madrid, que comienzan a avanzar en la definición de un nuevo modelo de competición. Lo miran de reojo los clubes abulenses –Real Ávila, Diocesanos y Cultural Deportiva Cebrereña– como una pista más que fiable de lo que puede esperarles a partir de octubre.

Se habla de mediados de octubre y se apunta al 18 de dicho mes como el momento de volver al césped a competir. Hay que recordar que el compromiso adquirido por la RFEFy las Territoriales, en la famosa reunión mantenida entre las partes hace dos semanas y que puso el fútbol no profesional patas arriba, era el de avisar con al menos 30 días de antelación sobre la fecha de arranque para poder comenzar a preparar la temporada. Sin embargo en algunas federaciones los equipos ya han comenzado a moverse. En Extremadura, como informan los medios extremeños, la pretemporada comenzará el 24 de agosto. Avanza el escenario, aunque lento, en cuestión de fechas y lo hace también en cuanto a sistema de competición con una propuesta a tres fases y con tres ascensos.

La primera fase se disputaría bajo un modelo de fase regular para la que Real Ávila, Colegios Diocesanos y Cultural Deportiva Cebrereña ya conocen, en este caso, el grupo en el que lo haría. El pasado mes de julio la Asamblea de la Federación de Castilla y León aprobaba la división del Grupo VIIIen dos subgrupos pero no aclaraba –como sí han hecho ahora otras federaciones– ni el calendario ni las siguientes fases. Bajo un criterio geográfico, el Grupo A quedaba formado por el  Atlético Astorga, Atlético Bembibre, Cultural Leonesa B, La Bañeza, La Virgen del Camino, Santa Marta de Tormes, Salamanca B, Peñaranda,  Atlético Tordesillas, Cristo Atlético y Becerril. En el Grupo B, de 12 equipos, estarían el Real Ávila, Cultural Cebrereña, Colegios Diocesanos, Numancia B,  Almazán,  Mirandés B, Gimnástica Segoviana, La Granja,  Arandina,  Burgos Promesas, Real Burgos y Bupolsa.

En este sistema a tres fases tras la disputa de la primera –liga regular– los tres primeros equipos de cada grupo pasarían a formar el Grupo de Ascenso, en el que el campeón y el subcampeón lograrían el ascenso directo a Segunda B.

Por su parte los equipos clasificados en liga regular en los puestos cuarto, quinto y sexto de cada grupo formarían en la segunda fase el Grupo Playoff. Los dos primeros clasificados pasarían a jugar un posterior playoff de ascenso –fase 3– junto con los cuatro equipos del Grupo de Ascenso no ascendidos. Una tercera fase en forma de eliminatorias directas que daría como premio al ganador final el billete a Segunda B. Se completarían así los tres ascensos a Segunda División B.

En el caso del descenso se decidiría entre los equipos que durante la liga regular hayan quedado clasificados desde el séptimo puesto hacia abajo. En este caso se completaría en fase 2 el Grupo Permanencia en el que se apunta que los seis últimos clasificados serían los que descendieran a Regional.

Es la propuesta que toma fuerza a lo largo del fútbol no profesional español. Propuesta sobre la que de momento nada se sabe desde la FCYLF, con la que ha intentado ponerse en contacto Diario de Ávila a lo largo de toda la semana sin éxito. ‘Cerrada’ por vacaciones. Una situación de desconcierto que también sufren los clubes abulenses.  

A falta del protocolo que marque las directrices con las que se ha de regresar al trabajo sobre el césped, y que será la herramienta final sin la que nada será posible, parece que el sistema de competición a tres fases, tres ascensos y seis descensos toma fuerza de cara a una 2020-21 que sigue, al menos en Castilla y León, con pocas certezas.