La magia del Rey León ilumina Ávila

M.E
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La historia de Simba y Mufasa a través del baile y la música dio paso al multitudinario encendido de 'El árbol de los deseos'

La magia del Rey León ilumina Ávila - Foto: Mercedes MartÁ­n

Al encendido de la iluminación navideña, la inauguración del Belén o al videomapping navideño le siguió 'El árbol de los deseos', un espectáculo familiar de música, danza y teatro que ya se ha hecho un hueco en el programa navideño y que ayer volvió a reunir a cientos de personas en torno al atrio de San Vicente. La historia de El Rey León, con Simba, Mufasa y el resto de personajes, fue el hilo conductor de un programa al que dieron vida unos 70 artistas y que tuvo carácter inclusivo, al contarse con una intérprete en lengua de signos para dar acceso al disfrute de esta actividad a las personas con discapacidad auditiva.

Pasadas las siete de la tarde la magia de esta historia de Disney iluminó la noche de Ávila y captó la atención de grandes y pequeños en el corazón de la ciudad. Los miembros del club de gimnasia rítmica de El 88 y del ballet Dance Way, dirigido por Aída Bayón y Rebeca Collado, junto a los cantantes María Arroyo, Luis Peñaranda y Laura Granell, pusieron todo su arte sobre el escenario para ofrecer un viaje a la fantasía del reino animal a través de los distintos números. No faltaron las canciones más características de El Rey León, de sobra conocidas por todos, pero tampoco la música moderna para ofrecer un contraste interesante en lo que supuso una gran oportunidad para muchos artistas locales. El vestuario y el maquillaje redondearon una propuesta que contó con las coreografías de Carolina López, Rosa Concet y Melissa Fucci.

El director artístico y musical del espectáculo, Alfonso González, resaltó que el momento icónico en el que Simba se dirige al cielo para hablar con su padre fue el punto de partida y eje central, en clara alusión también a la situación provocada por la pandemia y a las ganas de estar de vuelta.  

El homenaje a quienes ya no están con nosotros también estuvo muy presente en el encendido del árbol, que como es tradición volvió a admitir los deseos de los presentes y que se dedicó a las víctimas de la pandemia. La traca final fue el lanzamiento de fuegos artificiales para ponerle la guinda a esta actividad navideña de lo más entrañable.