La aparición del coronavirus hace ya casi un año en las vidas de los españoles y por ende de los abulenses, nos ha cambiado las costumbres. La necesidad de cuidar la higiene hasta límites insospechados, la de ventilar los espacios en los que se juntan personas, la de llevar mascarillas al relacionarnos.... Todo es diferente con sólo echar la vista atrás un año. Marzo marcó un antes y un después. ¿Quién nos iba a decir que las clases, algo tan necesario, tan esencial, se tendrían que suspender y que aquellos del curso 2019/2020 no volverían a sus aulas por el estado de alarma? Pero así fue, ha pasado el tiempo, se ha sabido reaccionar, la vuelta a las rutinas ha regresado pero no sin grandes dosis de miedo y muchas más de precaución. Queremos hacer lo mejor, salvaguardar nuestros bienes más preciados y eso es la salud, de todos, pero especialmente de los más débiles, de mayores y pequeños.
¿Por qué decir todo esto? Fácil. Para enmarcar una de las acciones que han llevado a cabo desde el AMPA del Colegio Diocesano Asunción Nuestra Señora y que es muy loable. Las madres y los padres de los alumnos saben que para que sus pequeños (y ya no tan pequeños) hijos vayan a clase es prioritario ventilar las aulas, pero también conocen de sobra el clima abulense y para evitar que las corrientes y el frío puedan causar daños en la salud han adquirido un total de 89 filtros HEPA que aseguran un sistema de ventilación mecánica que garantiza una renovación de aire continua.
Los filtros HEPA se van a instalar esta semana en todas las aulas del centro, desde guardería hasta bachillerato y CCFF. Cuentan en nota de prensa que estos aparatos «están especialmente diseñados para capturar una amplia variedad de contaminantes del aire, especialmente partículas y contaminación biológica». De este modo, «filtran todas las partículas finas (hasta PM0.1), alérgenos (polen, ácaros) y gérmenes (bacterias, virus, mohos, esporas)».
Es un paso más, una medida más que complementa a las que ya estaban vigentes por normativa de la Junta y pueden implementarse sin duda «gracias a la aportación del AMPA y las familias que la componen». Con ello buscan algo tan lógico como tratar de «aumentar el nivel de seguridad y prevención de posibles contagios dentro de nuestro centro».
Precisamente así lo sintetizaba Gonzalo Cruz, presidente del Ampa: «La adquisición de este dispositivo para las aulas ha sido una inquietud de las familias en los últimos meses. Tras un profundo estudio sobre las características de los diferentes espacios del centro, creemos que desde el Ampa es el momento de realizar un esfuerzo y dotar de estos medios para cuidar la salud de lo alumnos». Hablaba de un profundo estudio y es que precisamente así ha sido porque el presidente de la asociación ha trabajado «en estrecha colaboración con sanitarios e ingenieros pertenecientes a la asociación, se han obtenido los valores de tasa CADR que deberían tener los purificadores para que en todas las aulas del centro se consiga un nivel de ventilación adecuado disminuyendo el riesgo de contagio al reducir la posible concentración vírica dentro del aula».