Ante un folio en blanco, escribía estas valtraviesas líneas previas al que para mí es el día más feliz del año por muchas razones, a las que se suma que por fin viene el verano, que parecía no iba a llegar nunca. Leo en las redes que en el día de ayer #YellowDay, se celebraba el Día de la Felicidad, Día del Padre en gran parte del mundo y también lo era de las personas refugiadas. La antesala del Día Europeo de la Música, hoy 21 de junio, me ha traído hace unas horas un regalo anticipado de cumpleaños, la primera dosis de Pfizer, algo que es una auténtica felicidad, claro que sí.
Cada día tiene su afán, su santo y ahora, su arroba con su jornada internacional de tal o cual. Bienvenida sea si al menos nos hace poner la atención en la efeméride o en el asunto durante 24 horas o mientras dure el hagstag.
Hoy, por ejemplo, es el Día Mundial de la ELA, que después del cubo helado de hace dos veranos sigue existiendo, y la tenemos mucho más en cuenta tras la muerte de Francisco Luzón en febrero de este mismo año. Además, este último día de los géminis, que coincide con el solsticio y la noche más corta del año, el Día del Sol para los incas, trae el Día Internacional del Yoga y otro tanto para el Skate, o patinete.
El mundo de las efemérides también nos suele traer acontecimientos para repensar la actualidad ya que, un 21 de junio de 1977, tras las primeras elecciones democráticas tras la dictadura, justo hace 44 años, Adolfo Suárez se reunía en París con el presidente Josep Tarradellas, a quien meses más tarde se le confiaría de nuevo el autogobierno de Cataluña. Un 21 de junio de este 2021, otro presidente, Pedro Sánchez, explicará en Barcelona por qué concede indultos a quienes han considerado escaso ese autogobierno y un 1 de octubre protagonizaron un golpe al Estado.
También, un 21 de junio de 1980, era enterrado en Madrid el expresidente de las Cortes, Torcuato Fernández Miranda, protagonista de la Ley de Reforma Política, que conllevaría avanzar “de la Ley a la Ley”. Un 21 de junio de 1993, ETA sembró el terror en Madrid dejando siete muertos y más de veinte heridos, con una furgoneta bomba en López de Hoyos. Mucho mejor recuerdo nos deja el 21 de junio de hace un año, en el que se puso fin al primer estado de alarma tras la primera ola del COVID y pudimos reencontrarnos las familias después de meses de encierro y confinamiento.
En clave abulense, una fecha clave para destacar la esencia de nuestro lema heráldico, “Ávila del Rey”; ya que un 21 de junio de 1600 los reyes Felipe III y Margarita de Austria visitaban la ciudad, lo mismo que haría en 1904 Alfonso XIII, tras cumplir 18 años y asumir las funciones constitucionales.
Al final, el folio en blanco se llenó de todo aquello que puede deparar una fecha, un día que se convierte en una ocasión más para agradecer la vida, todo aquello que uno ha conseguido, rodeado de las personas que quiere, dedicándose a una profesión que te permite contar libremente lo que piensas en una columna como esta, que hoy para mí ha supuesto soplar 44 velas.