Se incrementa la supervivencia de pacientes con cáncer de mama

Carmen Ansótegui (SPC)
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Un estudio demuestra que una combinación de fármacos aumenta un 30 por ciento la esperanza de vida global de los enfermos con la patología en fase metastásica visceral

Los cánceres suelen nombrarse en función de la parte del cuerpo en la que se localizan, pero engloban multitud de patologías. Existen, por ejemplo, muchos tipos de tumores de pecho en función de su morfología y el pronóstico puede ser muy distinto porque unos son más agresivos que otros, de  manera que no existe un tratamiento único, sino que en función de las características de cada tumor y la fase de la enfermedad en la que se encuentra, se opta por una estrategia terapéutica concreta. 

El uso de la terapia endocrina junto con ribociclib (Novartis) ha demostrado en los últimos años un beneficio consistente en la supervivencia global de pacientes con cáncer de mama y recientemente se ha sabido que, además, ofrece buenos resultados en los tipos más agresivos de tumor de mama HR+/HER2-. 

Así se puso de manifiesto en la celebración de la última edición del Congreso Americano de Oncología Médica (ASCO), en el que se anunció que las pacientes responden a esta combinación de tratamientos sin importar el estatus menopáusico o la localización de la metástasis. Un hecho «prometedor» a juicio de Denise Yardley, investigador del Sarah Cannon Research Institute, ya que los pacientes con metástasis visceral suelen presentar peor pronóstico y mayor riesgo de resistencia al tratamiento.

Cada año se detectan en España casi 33.000 nuevos casos de cáncer de mama, de los cuales entre un cinco y un seis por ciento presentan metástasis en el momento del diagnóstico. Además, se estima que otro 30 por ciento de mujeres diagnosticadas en un estadio temprano recaerán y desarrollarán metástasis incluso años después de finalizar su primer tratamiento. 

Más de la mitad de las pacientes que participaron en este ensayo presentaban metástasis en las vísceras, una de las localizaciones más comunes y más agresivas. En este grupo se vio que sumar ribociclib a la terapia endocrina redujo el riesgo de muerte en un 30 por ciento, mismo beneficio que obtuvo el grupo de afectadas sin metástasis. Por otra parte, este estudio también concluyó que mejora la supervivencia de pacientes con metástasis en el hígado pasando de los 12 a los 24 meses.

Joaquín Gavilá, oncólogo del Instituto Valenciano de Oncología (IVO) y miembro de la Junta Directiva del grupo de investigación en Cáncer de Mama SOLTI, explica que con esta combinación de fármacos las afectadas «viven más tiempo y lo hacen con mejor calidad de vida», ya que la alternativa en esta fase de la enfermedad es la quimioterapia, un tratamiento mucho más tóxico.

Este fármaco sigue siendo protagonista de otros ensayos en los que se estudia su eficacia en fases tempranas de la enfermedad para reducir el riesgo de recaída. Además, se investiga qué más pacientes pueden beneficiarse, ya que se ha observado que hay un 10 por ciento de mujeres que no responde a este tratamiento.