Este jueves 20 de agosto la Denominación de Origen Protegida Cebreros dio por finalizada la vendimia del Albillo Real (la más temprana de Castilla y León y la segunda del país) y lo hizo con una producción final cercana a  los 27.000 kilos. Hablamos de una cantidad prácticamente igual a la de 2019, pero que se queda sensiblemente por debajo de lo estimado para 2020. 

No es la primera vez que ocurre, y así lo han puesto de manifiesto desde la DOPen años anteriores, que esa merma en la producción se debe «a los animales, uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los viticultores en la zona». 

Se trata de pájaros en su mayor parte, pero también de jabalíes, corzos, ciervos, conejos… que dejan muchas viñas prácticamente arrasadas y sin apenas uva que recolectar.

Prácticamente al relevo ha llegado, pues algunos días han coincidido en el tiempo, la vendimia de la Garnacha Tinta, sin duda el santo y seña de la denominación abulense.

En ella pondrán todos sus esfuerzos los profesionales abulenses y además lo harán durante prácticamente los próximos dos meses, que es el tiempo que se espera se extenderá la vendimia de la variedad tinta principal de la DOP Cebreros. 

La previsión para 2020 es de unos 600.000 kilos de las algo más de 400 hectáreas de garnacha tinta con la que cuenta la D.O.P. Cebreros, cantidad similar a la obtenida en 2019.

Un dato muy interesante de estos primeros compases de la vendimia y que destacan desde la Dirección Técnica de la denominación es que «la uva recolectada en los primeros días irá destinada a los vinos rosados». En concreto las primeras vendimias «se están realizando en las zonas más cálidas de la localidad de Cebreros en viñedos situados entre los 700 y 800 metros de altitud e irán destinadas a eso vinos rosados que requieren buscar la máxima frescura posible y para ello se debe de realizar una vendimia temprana que asegure una buena acidez en los vinos».

A medida que vayan avanzando las semanas las vendimias irán comenzando tanto en las bodegas situadas en las poblaciones del Valle del Tiétar, para finalmente terminar ya bien iniciado octubre en los viñedos del Valle del Alberche, muchos de ellos por encima de los 1.000 metros de altitud.

Salvo pequeños focos de mildiu, oídio o algo de corrimiento se puede considerar que no ha sido un año especialmente complicado en lo que se refiere a la sanidad del viñedo, o al menos si lo comparamos con otras zonas vitícolas que han sido fuertemente castigadas, especialmente con el mildiu, apunta la directora técnica Marta Burgos, en un comunicado remitido este viernes a los medios de comunicación.

la covid marca la añada. La añada 2020 se ha convertido en una de las más especiales y complicadas de la historia, cuenta Burgos. Por el momento, «gracias a la responsabilidad de viticultores y elaboradores en el cumplimiento de las medidas sanitarias no ha habido ningún sobresalto y confiamos en que así ocurra durante el resto de la vendimia».

Destacar a mayores algunos datos sobre esta denominación abulense y sobre las dos variedades a las que nos hemos referido. El número de bodegas que elaborarán Albillo Real (la única variedad de uva blanca admitida en Cebreros y que obliga a elaborar blancos 100%) en la campaña 2020 será de 6 bodegas.

Actualmente la D.O.P. Cebreros cuenta con 45 hectáreas de Albillo Real que se concentra principalmente en la localidad de Cebreros y también en El Tiemblo, lo que supone algo menos del 10% del total de las hectáreas plantadas, siendo el 85% de ellas de la variedad Garnacha Tinta.

Este año una bodega más se ha sumado a la DOP, por lo que son 14 las inscritas en la denominación de origen. En cuanto a hectáreas el número asciende a 465, aunque el periodo de inscripción estará abierto hasta mitad del mes de octubre y algo importante, este año el coste de la inscripción de viñedo está 100% subvencionado por la Diputación de Ávila. 

 En cuanto a referencias en el mercado con la tirilla de la D.O.P. Cebreros ya hay 65 marcas, muchas de ellas recientemente muy bien puntuadas en prestigiosas publicaciones como la Guía Peñin y Robert Parker Wine Advocate lo que pone en valor el gran trabajo que están realizando las bodegas pese a que está siendo un año especialmente difícil por la covid y la bajada de encargos por parte de la hostelería además de por la suspensión de ferias vinícolas.