CyL, a la cola en acogimiento de 'menas' pese a duplicarse

David Alonso
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Medio centenar de menores extranjeros no acompañados llegaron el año pasado a Castilla y León, hasta los 92, pero es la quinta que menos tiene, algo que Familia achaca a que «no somos una zona habitual de tránsito»

Un grupo de menores de origen africano levanta los brazos durante una actividad realizada en una casa de acogida de la Comunidad - Foto: Alberto Rodrigo

Castilla y León duplicó durante el pasado año el número de menores extranjeros no acompañados, conocidos como menas, acogidos dentro de la Comunidad. En plena crisis migratoria en el estrecho, la región ha visto como estos jóvenes que llegan solos han pasado de 46 a principios de 2018 a los 92 registrados a mediados de enero, según los datos ofrecidos por el Ministerio del Interior a este periódico. Un incremento que supone casi el doble que hace un año, y que viene a evidenciar el recrudecimiento de un problema migratorio que ya es una realidad. La propia Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades asegura que durante todo 2018 se registraron 109 altas de menas en Castilla y León, aunque no todos se quedaron finalmente en la Comunidad. A pesar de este repunte, la región sigue a la cola en acogimiento de estos menores, siendo la quinta autonomía con menor volumen de menas en sus fronteras, solo por encima de Navarra (59), Baleares (58),Extremadura (14) y La Rioja (1). De hecho, los 92 jóvenes que actualmente están en Castilla y León apenas representan el 0,7% de los más de 13.000 que hay en toda España.?

Una situación que Pablo Rodríguez, director general de Familia y Políticas Sociales de la Junta, achaca a que Castilla y León «no es una zona habitual de tránsito para ellos». «El noroeste no está dentro de sus flujos de movimiento», asegura Rodríguez, que descarta por el momento que la Comunidad vaya a ofrecerse para acoger más menas. Una medida que ya adoptó hace meses cuando traslado al Gobierno su disposición para recibir 40 nuevos menores, «algo que evidencia el compromiso de esta Consejería con el problema». 

Una «sensibilidad» que certifica DanielDuque, responsable regional de Accem, que sostiene que «Castilla y León y la Consejería siempre se han mostrado dispuestos a acoger». Sin embargo, si que reconoce que los 92 menas acogidos en la región«son un número muy bajo» e insiste en que «si que se pueden recibir más». «Hay que acogerlos con todas las garantías, ayudarles a obtener documentación, educación, ayudarles y tutelarles, explica el responsable autonómico de la ONG.

Tanto Rodríguez como Duque coinciden en aseverar que cada vez son más los menas que llegan a Castilla y León «por su propio pie» desde otras comunidades, y reconocen un cambio de tendencia con estos jóvenes, toda vez que antes la región era «una zona de paso para ellos», mientras que ahora«muchos se quedan aquí».

En cualquier caso, el director general de Familia hace un llamamiento alGobierno de España para que defina una estrategia clara y permanente para abordar la situación de los menores extranjeros no acompañados, porque, como apunta, el reparto que se realizó el año pasado «fue un parche». «Si se establece un sistema claro para tratar esta realidad, Castilla y León estará ahí», expone Rodríguez.

Vida independiente.

«Los menores vienen, la mayoría, con muy buena intención para integrarse, y se muestran dispuestos con todos los programas», asegura Daniel Duque, de Accem, que hace hincapié en la importancia de los dispositivos de autonomía. «Tiene que haber un proyecto puente para que cuando cumplen 18 años puedan salir de las casas de acogida pero que sigan siendo monitorizados y tutelados para garantizar su correcta integración», explica Duque.  Un salto a la mayoría de edad en la que desde la Consejería aseguran que es donde se trabaja con especial incidencia, con el objetivo de preparar a los menas para la «vida independiente».

Chicos de entre 12 y 17 años de Marruecos.

El perfil tipo de los menores extranjeros no acompañados que llegan a Castilla y León parece estar bastante definido. Según las cifras que maneja la Consejería de Familia y Servicios Sociales, más de 90 por ciento son varones, con una edad media de entre 12 y 17 años. «Apenas llegan chicas solas hasta la Comunidad», reconoce el director general de Familia y Políticas Sociales, Pablo Rodríguez, que destaca que más de la mitad provienen de Marruecos. «Nueve de cada diez son de origen africano, además de marroquíes llegan senegaleses, ghaneses, gambianos o marfileños», apunta Rodríguez, que señala que, aunque muy escasos, también hay jóvenes de Albania y Rumania.