Sevilla y Barcelona dirimen hoy (21,30 horas/Gol/La 1), en la ida de los cuartos de la Copa del Rey, un duelo clásico en el siglo XXI, con siete finales con supremacía azulgrana -incluidas las Supercopas- entre sus precedentes y que medirá la necesidad de los andaluces, en su peor momento, aunque no tendrán enfrente a su gran verdugo, Leo Messi.

Se enfrentan el campeón de las cuatro últimas ediciones, el Barça, y el subcampeón del torneo, un cuadro hispalense que suele ser poderoso en las eliminatorias, como ha demostrado sobre todo en Europa, y siempre fuerte, combativo y ambicioso en su fortaleza del Sánchez Pizjuán; un sello en el que confían los nervionenses para plantear batalla y superar los negativos precedentes coperos ante los culés.

A pesar de la dificultad que entraña medirse con el bloque catalán -no le gana desde octubre de 2015-, al equipo de Pablo Machín no le queda otra que dar el máximo para recuperar confianza y crédito en su peculiar cuesta de enero -un triunfo en cinco compromisos, el de Copa en Bilbao-.

El Sevilla busca reencontrarse en su habitual fortín de Nervión, sacar su competitividad para seguir vivo en la vuelta e intentar tomarse la revancha de sus dos dolorosas derrotas en las dos últimas finales de Copa contra el Barcelona: 2-0 en la de 2016, en la prórroga; y el humillante 5-0 en la de 2018.

En frente estarán los de Valverde, que, sin Messi y ni el lesionado Dembélé, y con la posibilidad de contar con su nuevo fichaje, el ghanés Kevin-Prince Boateng, buscarán en el feudo andaluz dar otro paso más en la Copa, competición que manejan con mano de hierro. Se espera que el ‘Txingurri’ alinee de inicio a Coutinho y este pueda redimirse de su particular crisis de juego. Malcom y Suárez completarán el ataque.