"Fomentamos la lactancia pero no imponemos nada"

M.E
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Nuestra protagonista se pone delante del micrófono para hablarnos de su profesión de periodista y de su reciente nueva responsabilidad como presidenta de Amalav, la Asociación de Madres Lactantes de Ávila, con la que quiere devolver la ayuda recibida

"Fomentamos la lactancia pero no imponemos nada" - Foto: David Castro

IBA para arquitecto, como sus padres, pero la comunicación se cruzó en su camino en el Bachillerato y cambió de rumbo. Parece que acertó. Asegura que se alegra de haber tomado esa decisión, la que le está permitiendo trabajar en lo que le gusta y mantener a su familia en Ávila, a donde llegó con seis meses de edad y donde se acaba de embarcar en otro proyecto que le tiene muy ilusionada, la presidencia de Amalav, la Asociación de Madres Lactantes de Ávila. Buena conversadora, comprometida con las causas en las que cree y decidida y perseverante a la hora de seguir su instinto y luchar por sus metas, Almudena Pérez Arés (Madrid, 1987) es periodista y desde hace un mes está al frente de la asociación que trabaja por informar y formar sobre los beneficios de la lactancia y por ayudar a las madres a llevar a cabo una lactancia exitosa si eso es lo que han elegido para alimentar a sus bebés. «Pero no se trata de imponer», deja claro nuestra protagonista, quien subraya que en la asociación «son bienvenidas todas las madres y padres», ya que aunque lógicamente «fomentamos la lactancia materna», ésta tiene que venir «porque la madre y el niño quieren; si el tándem no funciona va a ser mejor una madre que se sienta cómoda dando el biberón que una que está sufriendo por dar el pecho». En este escenario, rechaza la etiqueta de «las nazis de la lactancia» para Amalav, agrupación que cuenta con un centenar de socios y que lleva años dando visibilidad a la lactancia materna.

Pero antes de ponerse al frente de este nuevo proyecto la joven se ha ido forjando una intensa trayectoria que tuvo su kilómetro cero en el barrio del ICM, donde transcurrió su infancia, «sin muchos cambios» y siendo la mayor de tres hermanas. En el Colegio Diocesano Asunción de Nuestra Señora cursó todas las etapas escolares y fue allí donde, por la influencia de un profesor periodista, acabó dando un giro a los planes «que me venían dados» para acabar estudiando Periodismo y Publicidad y Relaciones Públicas en el CEU, en Madrid. 

En realidad «siempre me había gustado escribir y contar cosas», señala Almudena, quien hizo caso a esa «inquietud» y, aunque al principio «me veía escribiendo en un periódico», durante la carrera se acercó a la comunicación empresarial y la comunicación política. Unas prácticas en la sede del PP nacional, en la calle Génova de Madrid, le introdujeron en ese mundo y le gustó. «Me pareció muy interesante, verlo desde dentro es totalmente distinto a verlo desde fuera, estaba Rajoy y fue una época de elecciones europeas y autonómicas, el final de ETA, el inicio de la trama Gürtel....», recuerda.

Pero en su camino todavía tendría que vivir algunas aventuras más. «Cuando me quedaba un curso para terminar publicidad me fui de Erasmus a Roma, no sabía italiano pero surgió la oportunidad y se aprende rápido», asegura, para confesar entre risas que «vivir con tres italianas y las cenas con vino ayudaron mucho». Como prácticamente hacen todos los usuarios de este programa europeo, habla de una «experiencia maravillosa» que «recomendaría a cualquiera». «Al final te abre mucho la mente, te enseña formas de vida distintas porque te juntas con gente de otros países» y, aunque ella ya sabía lo que era vivir fuera de casa, «sí que noté el cambio de empezar a vivir entre culturas diferentes». El tópico de la fiesta «es así», pero «también tienes mucha parte de aprendizaje cultural», señala. 

 

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