Caprotti se adorna con el mobiliario y enseres del pintor

I.Camarero Jiménez
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La teniente alcalde, Sonsoles Prieto, agradeció que Anabel Aizpuru, nuera del pintor italiano Guido Caprotti, estuviera en la presentación del proyecto en el palacio

Caprotti se adorna con el mobiliario y enseres del pintor

El palacio de Superunda o Caprotti tiene en la viuda de Óscar Caprotti, el hijo del pintor italiano Guido Caprotti  (1887 – 1966) a su mecenas, es Anabel Aizpuru, a la sazón nuera del gran protagonista.

Siempre que puede acude a las convocatorias del Ayuntamiento y aunque pocas veces habla con los medios este lunes sí quiso mostrar su emoción con una tierra en la que ella y los suyos fueron felices. Anabel disfrutó rodeada del arte de Guido, que no estaba sólo en aquello de la creación porque su mujer, Laura de la Torre, también fue «acuarelista, coleccionista, miniaturista y también amante del arte». Lo explicaba la teniente alcalde de de Empleo, Industria, Comercio y Turismo del Ayuntamiento de Ávila Sonsoles Prieto acompañada a su vez del concejal de Turismo, Carlos López. Comparecían para contar las novedades, las incorporaciones a un palacio que en breve estrenará iluminación en sus salas para ponerlo en valor, de momento está en el «preludio» de ese estreno en la sala de Los Sorolla, pero los cambios se van notando y así lo explicaba la arqueóloga municial Rosa Ruiz y responsable del proyecto que se presentaba. Entre las nuevas incorporaciones, la casa, el palacio se está llenando de los enseres, las cerámicas  y el mobiliario que allí estuvieron durante la vida que los Caprotti desarrollaron en Ávila y que se prolongó hasta hace «poquitos años» explicaba Prieto, satisfecha en el sentido de que «esos objetos ahora han quedado bajo nuestra custodia». La sala de estar ya luce como entonces, incluidos tapices, mantas tejidas por la esposa del pintor, libros de cuentas de un Guido que apuntaba hasta la compra de sal. En un lugar privilegiado, el reconocimiento de la ciudad al artista como hijo adoptivo, algo que «le enorgullecía», explicaba Anabel, emocionada con el trato dispensado por Ávila y visiblemente molesta con la embajada de Italia que no se ha dignado, decía, a venir y a reconocer a uno de sus ilustres. Retratos por doquier, escenas costumbristas cuelgan de los muros de una hermosa casa que reabrió sus puertas en mayo tras la pandemia y por la que han pasado desde entonces 800 visitantes. No son pocos en tiempos de clara incertidumbre. Destacar que en 2019 recibió a 12.000 visitantes cuantificaba Carlos López. 

 Ahora se trata según Prieto también de otorgarle mayor valor como «casa museo» de ahí la incorporación de esos enseres y objetos personales para «dar mayor espíritu de hogar a este museo». En otra de las salas «hemos reservado  un lugar especial a Óscar Caprotti, hemos sacado títulos de Guido y modificado la estructura de tal manera que se dé más importancia a la familia, por ejemplo con un gran mural que es su árbol genealógico» (y en el que aparece Anabel como mecenas efectivamente).

Otra de las salas está dedicada a Laura de la Torre, la esposa del pintor y como decíamos importante artista «eclipsada» quizá por Guido pero a la que quieren dar la relevancia que se merece, en palabras de Prieto.

Se trata de disfrutar de la pintura de Caprotti, pero también de los enseres, del magnífico mobiliario y de lo imponente de la estructura de la propia casa. Un reclamo más para acercarse a otra joya abulense marcada por la vida de un ilustre italiano enamorado de la ciudad amurallada.Todo lo que ahora se estrena se hace en virtud de los deseos de la familia del pintor italiano y también con el objetivo de que el visitante pueda encontrar nuevos atractivos en este espacio. Atractivos que incluyen tambiénpiezas realizadas por el escultor Óscar Caprotti, hijo del pintor, reservadas  para la planta baja. En la planta superior ese mobiliario y enseres, incluyendo un curioso códice del siglo XVIII (del que no hay ni 10 ejemplares en el mundo) y que han quedado expuestos de manera que el visitante pueda conocer cómo era una de las salas cuando estaba habitada por la familia.

Precisamente en otra de las habitaciones se pone en valor la figura y la obra de la miniaturista y acuarelista Laura de la Torre (1895-1988), esposa de Guido Caprotti, con una colección de sus miniaturas dedicadas a las reinas de España y de Inglaterra.