Casavieja suma un centenario entre sus vecinos

E.Carretero
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Félix Jiménez Martín cumple este sábado cien años en la misma localidad en la que nació y en la que siempre ha vivido. Lo celebrará junto a su familia y también con amigos y vecinos

Casavieja suma un centenario entre sus vecinos

Félix Jiménez Martín nació tal día como hoy hace un siglo y este sábado soplará, acompañado de familiares, amigos y vecinos, las cien velas de un cumpleaños al que no quiere que falte nadie y que, asegura su hija Amelia, le hace «mucha ilusión». Tanto es así que este vecino de Casavieja, municipio en el que nació y donde ha vivido siempre, lleva días yendo «casa por casa» para invitar a sus vecinos más cercanos  a su ‘fiesta’ de cumpleaños. Una celebración que tendrá lugar en el restaurante Los Zarramaches y a la que no faltarán sus cuatro hijos (Mari Carmen, Adel Antonio, Amelia y Félix) , cuatro nietos y biznietos así como tampoco sus amigos, con los que coincide cada domingo tras la misa de once y con los que seguro hoy brindará por haber llegado a centenario y por haberlo hecho en un estado de salud envidiable. «No aparenta la edad que tiene», reconoce su hija Amelia que explica que pese a su edad su padre, que fue labrador y ganadero, sigue saliendo al campo todos los días salvo cuando hace demasiado frío y «siempre acompañado por alguno de sus hijos». Muestra también de esa vitalidad que aún conserva pese a la edad es que Félix conducía  hasta hace solo dos años algo que ahora, reconoce su hija, echa de menos porque «añora la libertad que el coche le  daba para moverse libremente por sus campos».

Aunque la vida de este desde hoy ya miembro del reducido club de los centenarios no ha sido fácil, porque como a muchos otros de su época «le tocó sufrir muchísimo» reconoce su hija que «su buen carácter y buen humor le ayudaron a seguir adelante» y seguramente también a llegar a una longevidad que no alcanzaron sus padres, Aurelia y Adel, ni tampoco sus hermanos, Ricardo y Justino.

Viudo desde hace 19 años, y seguramente echando de menos aún a su adorada Virginia, con la que formó un matrimonio «estupendo», Félix ha continuado viviendo en el pueblo que le vio nacer y llevando una vida muy activa «dentro de sus posibilidades».

«Hombre de bien donde los haya, buen hijo, buen marido y buen padre». Así define su hija a este casavejano que seguramente hoy vivirá uno de los días más importantes de su vida.