Jorge Pato

Teoremas y conjeturas

Jorge Pato


Unidad de acción

22/11/2021

Que pocas veces en nuestra ciudad podemos ver una movilización masiva, da igual la categoría de la convocatoria pero normalmente en Ávila nos cuesta unirnos para responder de una manera unánime algún problema, reivindicación o incluso celebración.
Todo lo contrario ocurrió con la manifestación en defensa del ferrocarril que hace unos días unió a multitud de ciudadanos y a políticos de uno y otro partido para reclamar la dignidad del transporte por vía ferroviaria en nuestra ciudad. Qué lejos queda aquel tiempo en el que Ávila era punto de paso obligatorio para todos aquellos trenes con destino al norte peninsular, eso nos dotaba de una serie de frecuencias y conexiones que sin duda alguna favorecen el uso de este medio de transporte.
Pero llegó el crítico momento en el que Segovia se convirtió en destino de la línea de alta velocidad Madrid-Valladolid, una auténtica estocada de muerte para este tipo de comunicación. Y no solo por no ser destinatarios de una estación de alta velocidad, sino qué se trasladó la mayoría de los trayectos entre Madrid y el norte y noroeste peninsular a transcurrir por esas líneas de alta velocidad. Sin entrar en la idoneidad de esas decisiones sí que es cierto que lo que no podemos permitir es que aprovechando esas circunstancias se nos margine, se nos deje prácticamente aislados, más aún cuando el transporte por carretera entre Ávila y la capital de España tiene un importante sobrecoste que hace imposible que sea utilizado a diario por aquellas personas que quieren trabajar en la comunidad autónoma vecina pero residir aquí.
Por supuesto que el actual gobierno central ha demostrado su pasotismo e indiferencia en general por todo lo qué afecta a nuestra provincia y en particular por el tema ferroviario. Año tras año los presupuestos generales del Estado nos defraudan al no sacar a Ávila del atolladero en el que se encuentra en relación con los transportes. Se remonta a la noche de los tiempos cuando José Bono prometió en un mitin electoral en nuestra ciudad la conexión con Toledo por autovía, un enlace que junto con la conexión por autovía entre Ávila y Valladolid son un hecho fundamental que podría sacar del ostracismo industrial a nuestra ciudad pero ni están ni se esperan esas inversiones. 
Si a todo ello le añadimos la pésima gestión de la energía que se viene arrastrando desde hace años pero que este gobierno no hecho más que empeorar y espantar a los inversores con la incertidumbre que genera el Ejecutivo, nos damos cuenta de que en Ávila por mucho impulso que se quiera dar con planes de fomento, no puede ser un destino industrial. Nos urge que se tomen decisiones a favor y en pro de nuestra ciudad y provincia, de las comunicaciones, de las infraestructuras, de la apuesta por nuestra ciudad como un destino de inversiones en el que su ubicación tiene que valer para algo. Y no solo es ubicación sino que sus condiciones de vida pueden ser un excelente estandarte para atraer a trabajadores que quieran residir en el entorno privilegiado en nuestra ciudad y trabajar en otros módulos de población madrileños menos amables. 
Lo que está claro es que siempre que reivindiquemos de forma unida y multitudinaria todo lo que sea positivo para la totalidad de nuestra ciudad, se consiga o no el objetivo, demostraremos que somos una ciudad luchadora y que no baja los brazos.