En Ávila se tramitaron durante el pasado año 16.134 bajas laborales, lo que supone un aumento de un 61,1 po ciento respecto al pasado año. Esta subida llega en consonancia a lo sucedido el Castilla y León, donde el incremento medio de todas las provincias fue de un 44,5 por ciento. Aún así, la abulense es la tercera subida porcentual más alta de la comunidad, ya que junto a Zamora y Salamanca son las únicas provincias que superan el 60 por ciento de aumento.

Estas bajas se distribuyen en 7.516 de hombres y 8.618 de mujeres y tienen como consecuencia una media de 1.345 bajas al mes. En esta media hay que destacar que Ávila es la segunda provincia con menos bajas (tiene menos Soria) pero también hay que tener en cuenta las diferencias en el número de habitantes de unas provincias y otras.

La duración media de las bajas fue de 43,57 días en Castilla y León, más o menos en el nivel de Ávila, que se sitúa en 44,18 días. Esta duración media es mucho más baja que la del año anterior cuando se acercaba a los 57 días y está aún más lejos de la cifra más alta de los últimos años, que se dio en 2018, con 60,53 días.

Estos datos corresponden al informe anual elaborado por la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León respecto a las incapacidades temporales de los asegurados afiliados en la Seguridad Social. Se entiende por incapacidad temporal la situación del trabajador, que, por causa de enfermedad o accidente, sea o no laboral, se encuentra incapacitado para el adecuado desempeño de su trabajo y recibe asistencia sanitaria con cargo a la Seguridad Social. 

El proceso de incapacidad temporal se inicia con un reconocimiento médico, generalmente es el facultativo de Atención Primaria del Sistema Público de Salud, quien reconoce una alteración en la salud del trabajador que le impide desarrollar su trabajo. 

Para recibir rentas de trabajo por incapacidad temporal es preciso estar afiliado y en alta o situación asimilada al alta. El alta se produce cuando tras el reconocimiento del médico, se determina la curación o mejoría que le permite realizar las tareas fundamentales de su trabajo.?

En todo este proceso, en Castilla y León se tramitaron a lo largo del pasado año más de 300.000 bajas, con esa subida del 44,5 por ciento, y una media de 25.043 bajas al mes.

En cuanto a las altas tramitadas en la comunidad a lo largo de 2020 fueron 297.413, un 44,1 por ciento más que el año anterior, con una media de casi 25.000 altas al mes. En el caso de Ávila se realizaron 15.905 altas (7.427 de hombres y 8.478 de mujeres). Es una variación de casi un 60 por ciento más respecto al año anterior, con una media de 1.325 al mes.

En el periodo 2008-2013 el número de altas tramitadas en Castilla y León tuvo una tendencia descendente. Desde entonces es de aumento.

En Ávila durante el pasado año hubo una media de 53.188 trabajadores afiliados medios a la Seguridad Social. De ellos 28.976 eran hombres y 53.188 mujeres. Se entiendo por afiliado activo aquel trabajador adscrito a la Seguridad Social que percibe rentas del trabajo por una prestación de servicios. 

En el caso de Ávila, de estos afiliados activos, 39.006 corresponden al régimen general y 14.182 al especial de trabajadores autónomos.

La evolución en el número de afiliados activos fue decreciente en Castilla y León en el periodo entre 2008 y 2013. Desde entonces ha aumentado un 7,7 por ciento a pesar del descenso sufrió el pasado año, de un 1,9 por ciento. En el último año la bajada se mantuvo en ambos sexos.

En todas las provincias de Castilla y León disminuyó el número de afiliados activos a la Seguridad Social en 2020. Destacan Burgos y Palencia, ambas con un descenso de un 2,5 por ciento, mientras que en el caso de Ávila se está muy cerca de la media región, con un retroceso de un 1,7 por ciento.

Respecto a estos afiliados, se tramitaron al mes 2,53 bajas por cada 100 afiliados activos en Ávila. La media es de 2,97 en mujeres y 2,16 en hombres.