La consejera de Sanidad, Verónica Casado, respondió hoy a los alcaldes de Íscar y Pedrajas de San Esteban (Valladolid) que habían solicitado la suspensión del confinamiento por la buena evolución de los datos y para salvar la economía de los municipios. En un escrito remitido a ambos regidores, reconoció que la situación epidemiológica por COVID-19 avanza “favorablemente”, al pasar de una incidencia acumulada de 40 a 15,42 por 10.000 habitantes en la última semana. Pese a ello, apostó por mantener las medidas sanitarias preventivas para la contención del coronavirus en sus localidades durante 14 días.

Casado precisó que la Junta adoptó las dos semanas de confinamiento tanto en los municipios vallisoletanos como en Aranda de Duero (Burgos), aunque fue un juzgado de la localidad burgalesa quien delimitó el periodo de las medidas a siete días, en el momento en que tenía que ratificar la orden de la Consejería. “La diferencia radica en el criterio judicial utilizado a la hora de aprobar o ratificar estas órdenes”, significó.

Casado añadió que la Dirección General de Salud deberá remitir un informe esta semana al juez de Aranda para decidir si la cuarentena preventiva se prolonga siete días adicionales, en función de la evolución epidemiológica. A juicio de la consejera, la elección de que el aislamiento se establezca en 14 días no es “baladí”, al señalar que es el plazo que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS), por el ser el tiempo de incubación de la patología, según informa Ical. 

La consejera de Sanidad aprovechó su carta de respuesta a los alcaldes Luis María Martín (Íscar) y Alfonso Romo (Pedrajas) para agradecerles su ayuda “inestimable” y el trabajo que han realizado durante la última semana para “contener” el avance del virus así como para concienciar a sus vecinos de la importancia de mantener las medidas establecidas por la Junta. “Solo trabajando de forma coordinada, podremos hacer frente a esta pandemia”, concluyó.