El alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, se prepara para despedir un 2019 «apasionante», que comenzó como presidente de la Diputación y que, tras una moción de censura y con su apuesta por «servir a los abulenses» termina como regidor de la capital. Ese paso lo hace, según explicó ante los periodistas, con la intención que mantiene por «cambiar la ciudad de Ávila», algo que cree que se puede hacer pero que es a su vez «una tarea difícil» que hay que hacer con todos «trabajando en la misma dirección» para generar oportunidades a los abulenses.
Sí que reconoce que se han encontrado con problemas importantes, como la situación de sequía o una «situación económica difícil en el Ayuntamiento que nos ha llevado a tomar decisiones que no son populares». Pero a ello se enfrentarán a partir de hoy, si no sucede nada extraño en el Pleno, con los que serán sus primeros presupuestos de legislatura, con más de 64 millones de euros y en los que «se recogen distintas partidas presupuestas que nos van a llevar a que la ciudad sea más habitable, donde vivir mejor, con oportunidades».
En estas cuentas, afirmó, se apuesta por la industria para generar empleo, pero también por los servicios sociales y la mejora de las infraestructuras viarias con los ya conocidos plan de asfalto y aceras o la mejora de instalaciones deportivas. Y ello sin olvidar que se mantendrán las iniciativas «que hasta el día de hoy funcionaban».
Con este presupuesto, en definitiva, el alcalde asegura que pretende mantener su «contrato con los abulenses», que no es otro que el programa electoral de Por Ávila con el que se presentó y ganó las elecciones.
Lo que también habrá en el Pleno de este viernes es la contestación a las preguntas efectuadas por la Federación de Asociaciones de Vecinos de Ávila, tras las críticas efectuadas en este sentido. Señaló Sánchez Cabrera que esta federación hace continuamente preguntas dirigidas al Pleno, como un «canal de participación oportuno» y que el reglamento marca que se contesten al finalizar la sesión «y así se seguirá haciendo».
embalses. A preguntas de los periodistas, el regidor abulense también recordó que los últimos datos indican que los embalses están en torno al 50%, lo que es un dato «muy positivo» pero con el que no se puede tirar «las campanas al vuelo» dado que son niveles parecidos a los del año pasado «y a las pruebas me remito de cómo lo hemos pasado este año». Sí que aseguró que agradece el esfuerzo de los abulenses en el ahorro de agua e incidió en que se estudiará la posibilidad de levantar la situación de emergencia por sequía según vayan evolucionando las reservas y la meteorología.