Después de tres semanas de vacaciones de Navidad, con un día añadido por la situación de dificultad de movilidad que creó el temporal de nieve, los centros educativos de la provincia de Ávila volvieron este martes a abrir sus puertas, preparados, gracias a la labor desarrollada por la Junta de Castilla y León y de los respectivos ayuntamientos, para volver a acoger a sus alumnos.

Esa vuelta a las aulas, en la que tienen que seguirse cumpliendo las medidas de protección para luchar contra la propagación de la covid-19, fue definida por el delegado territorial de la Junta en Ávila, José Francisco Hernández Herrero, como «una situación es de absoluta normalidad», ya que «se ha producido la incorporación de todos los alumnos con alguna excepción».

Una de esas excepciones, «que ya teníamos identificada ayer», fue el aplazamiento en el centro de educación infantil y primaria Almanzor de Candeleda, debido a «un problema con la calefacción que instalamos nueva para este curso, pero hay una pieza que no ha llegado a tiempo, y también las dificultades de movilidad de Madrid, y también la pandemia, está dificultando esta reparación».

También ha habido «problemas con la calefacción en el centro de educación infantil y primaria Gran Duque de Alba de Piedrahíta, que va a trastocar el comienzo del curso, y en la escuela de educación infantil de la Encarnación, donde el problema se ha identificado en el día de hoy y ha provocado que nos pusiésemos en contacto con los padres porque muchos no podían llevarse a los niños, de hecho las temperaturas no descendieron de forma drástica y podían permanecer en el colegio, pero se les ha dado la opción de llevárselos de ese centro».

El resto de incidencias, siguió informando el delegado territorial de la Junta, tuvieron lugar en el CRA de Maello, que se subsanó en la misma mañana de ayer, y en «cuatro rutas escolares afectadas, únicamente con 46 alumnos, todos ellos procedentes de la zona de La Moraña, donde sabemos que el temporal también ha sido especialmente grave tanto por la nieva caída como por el desplome de las temperaturas».

A modo de resumen, aparte de esas «incidencias menores», Hernández Herrero definió esa jornada de vuelta a las aulas como de «absoluta normalidad, ya que en términos generales los escolares han podido incorporarse a sus centros».

día de retraso. Preguntado por las críticas de algunos profesores y de otros miembros de la comunidad educativa por que se informase de la suspensión de las clases del lunes el día anterior por la tarde, Hernández Herrero comentó que «quiero recordar que la nota de prensa oficial de la Junta de Castilla y León se emitió a las 16,00 horas, se lo comunicó a todos los ayuntamientos, a los equipos directivos y también rápidamente se divulgó la noticia», recalcando que «es una decisión que tiene que ser meditada en base a los datos, a la situación en ese momento de las carreteras, y también previa consulta con los alcaldes de los municipios de más población que realicé yo mismo aproximadamente desde las 14,00 horas, y es un asunto que tiene incidencia evidentemente también en desplazamiento de profesores, en conciliación de la vida laboral y familiar; es una decisión que no se puede tomar alegremente y por lo tanto había que estar pendiente de la evolución del temporal». 

El domingo, añadió, «mejoró la situación, pero no lo suficiente como para reanudar las clases el lunes, y creo que fue una decisión singularizada para Soria y para Ávila, una decisión bajo mi punto de vista acertada, y si ha habido personas afectadas lógicamente pedimos disculpas, pero había una causa de fuerza mayor que es el temporal y sus consecuencias, que había que gestionarla y se tomó esa decisión».