El juicio a un hombre como presunto autor de un delito de apropiación indebida de 58.000 euros quedó ayer visto para sentencia en la Audiencia Provincial de Ávila. Las peticiones de penas oscilan entre los dos años de la acusación particular, ejercida por los beneficiarios de la herencia sobre la que gira la disputa legal, los dos años y medio que reclama el fiscal y la absolución por la que aboga la defensa, al entender que el dinero le llegó al acusado de forma lícita, a través de un cambio de titularidad de la cuenta por parte de su hermana, y que por tanto no hubo delito alguno.

En su declaración el acusado, M.B., aseguró que no tenía conocimiento de los hechos relacionados con las cuentas o con el dinero reclamado. Se limitó a afirmar, a preguntas de su abogada, que cuando su cuñado ingresó en una residencia y su hermana enfermó, la acompañó en el hospital y la llevó a vivir con él y su otra hermana a un pueblo de Zamora, donde permaneció «hasta el último día». En este sentido, dijo que los gastos de su hermana los atendían ellos y que en ese periodo ella no recibió cantidad alguna de su marido.

Además de las pruebas documentales sobre los cambios y movimientos en las cuentas, en el juicio celebrado ayer declararon como testigos tres sobrinos del matrimonio, los beneficiarios de su herencia y que se consideran perjudicados al entender que los 58.000 euros que acabaron en un reintegro ordenado por el acusado le pertenecían a su tío, como cotitular de la cuenta inicial y heredero tras la muerte de su tía.  

En sus conclusiones, el fiscal explicó que los hechos se remontan a un depósito a plazo fijo de 58.000 euros en Bankia cuyos titulares eran la hermana y el cuñado del acusado y que se renueva en abril de 2012, fecha en la que la mujer cambia la titularidad, sacando a su marido y metiendo en su lugar a dos hermanos, el acusado entre ellos. El fondo se va renovando, la titular inicial fallece y el acusado, ya en 2014, ordena el traspaso del dinero a una oficina de Zamora, para retirarlo dos años después. Entre estas dos últimas operaciones el marido también fallece y durante el proceso de los trámites de la herencia los beneficiarios -sus sobrinos- se encuentran que la cuenta está «bloqueada», primero, y después que el «dinero ya no está», según declararon.

Tanto el fiscal como la acusación particular consideran «acreditado» que ese dinero no le correspondía al acusado, sino al marido de su hermana, y que mediante «un acto de disposición» lo puso «a su exclusivo nombre», de ahí la «apropiación indebida». Además, consideran que «no hizo nada» para poner en conocimiento de esa situación -el cambio de titularidad en las cuentas- a los sobrinos del matrimonio, que eran los herederos.

La defensa, sin embargo, pide la absolución porque su hermana, al incluirle como titular en la cuenta, «nunca le impuso la condición de devolver» los 58.000 euros, sino que «su voluntad era que el dinero fuera de sus hermanos, y no de su marido», del que estuvo «un tiempo separada» y del que «no vio ni un solo euro de sus pensiones mientras él estuvo en la residencia». «Si eso estuvo bien o mal no es este el foro para juzgarlo», señaló la defensa, quien añadió que el matrimonio estaba «en régimen de separación de bienes, y no en gananciales», y que cuando la mujer murió su marido, que «sabía del cambio en la titularidad de las cuentas, no reclamó nada», afirmó.