Productos locales para unas 'extrañas' fiestas

P.R.
-

El Ayuntamiento de Langa ofreció a sus vecinos carne y patatas adquiridos a dos ganaderos y un horticultor locales, con el dinero que iban a destinar a la fiesta Chica

Productos locales para unas ‘extrañas’ fiestas - Foto: Isabel García

Gran éxito ha tenido la iniciativa del ayuntamiento de Langa para suplir las fiestas de Pentecostés, la llamada ‘Fiesta Chica’, que se celebra este fin de semana en esta localidad de la Moraña. En realidad se realizará, pero de un modo diferente, puesto que los vecinos tienen que estar encerrados en sus casas. Aún así el ayuntamiento ha preparado estas fiestas del confinamiento con diversos actos previstos, entre ellos un bingo, además de otras actividades. Pero lo que más ha llamado la atención, especialmente a sus vecinos, es que el consistorio ha dedicado el dinero presupuestado para las fiestas a adquirir carne y patatas, que  repartió esta tarde entre los vecinos. Pero lo que más éxito ha tenido de esta iniciativa es que la carne se ha adquirido a dos ganaderos de la localidad y las patatas a un horticultor, también del municipio. Además, también se ha repartido un pack de material de protección (dos mascarillas, guantes e hidrogel) y un cartón de bingo que cada vecino jugará en casa. Se ha repartido la carne de un choto, repartida en bolsas de 300-400 gramos junto a un cuarto de lechazo (135 corderos han sido adquiridos)  para cada uno de los vecinos. También un saco de 25 kilos de patatas se ha repartido entre las familias del pueblo, en total, unos 200. Todo el montante ha tenido el coste de unos 10.000 euros, que el ayuntamiento tenía presupuestado para  gastar en esta fiesta Chica. Pero se optó por algo más original, ahora que todo el pueblo está en confinamiento:la adquisición de carne y  patatas a productores locales.

reparto. El reparto comenzó en torno a las 6,30 de la tarde. Yse  realizó calle a calle, vivienda a vivienda. Depositando el contenido en cada una de sus puertas, donde se dejaban cada uno de los regalos que el ayuntamiento ha querido ofrecer en estas fiestas a sus vecinos y respetando de la distancia de seguridad, las personas que lo repartían:  la alcaldesa, Clara Isabel Sáez Jiménez y sus concejales, junto al alguacil y dos trabajadores, los ganaderos y el horticultor. «Esta comida es la manera que nos unirá a los vecinos del pueblo en estos días de fiesta», reconocía una orgullosa alcaldesa, cuya iniciativa ha sido muy aplaudida por los vecinos. Es evidente que no todas las iniciativas gustan a todo el mundo, pero en este caso sí ha sido aprobada por la gran mayoría de los vecinos, que lo han aplaudido.

Trinidad Garrido, la presidenta de la Asociación de Amas de Casa reconocía ante este periódico que le parecía muy bien esta iniciativa del ayuntamiento, que «permitirá que celebremos todos por igual y en nuestras casas estas fiestas». En términos parecidos se mostraba  Alberto Merced, presidente de la Asociación Cultural San Roque de Langa. «Es un detalle del ayuntamiento haber ofrecido al pueblo estos productos», indicaba el presidente de la asociación cultural, mientras se recordaba que este año muchos actos no podrán celebrarse por la situación en la que nos encontramos.

Gorgonio García, el horticultor que entregó los 200 sacos de  25 kilos de patatas a cada una de las familias del pueblo reconoció que era una «iniciativa estupenda por parte de la alcaldesa», comentaba mientras señalaba que « a mí me han hecho un favor, porque tenía muy complicado sacar a la venta estas patatas». Reconocía que no había podido salir a poner su puesto de venta de productos hortícolas en las localidades que recorre desde el pasado  día 12 de marzo, que fue a la Plaza Mayor de Segovia. Ayer por la mañana, precisamente lo localizábamos con su puesto instalado en esa misma plaza segoviana. Era su primera salida desde el 12 de marzo. «No ha sido una mala mañana – reconocía García– porque tengo buena clientela en Segovia» Por su parte, el ganadero de vacuno, Juan Cruz, indicaba que le parecía muy bien la iniciativa del ayuntamiento. Aunque reconocía que econónicamente para él, «vender un choto no supone nada». «Pero lo hago por la alcaldesa y por mi pueblo», reconocía el ganadero, que se lamentaba que este momento  no es bueno para poder vender su ganado, ya que la mitad del mismo lo dedica a la exportación y  este momento está parada. La otra parte de sus animales los vende a establecimientos locales. «Algo se vende entre la gente de aquí, pero al no poder venir los madrileños las ventas son mínimas ahora. En Madrid se sigue vendiendo carne, pero allí».

El otro ganadero, de ovino, Joaquín Sánchez reconocía que esta iniciativa había sido una gran idea de la alcaldesa, «porque  puede dar ideas a otros pueblos para que ayuden también a los ganaderos locales». Además, señalaba  que con ello se había promocionado la ternera y el lechazo, en un lugar donde la tradición es comer cochinillo el día de la fiesta. 

Comentó igualmente  que el sector de la carne de ovino se encuentra más tranquilizado después de los nervios de las primeras semanas. «Yo se que el producto que ofrecemos es un artículo de lujo. Solamente se come lechazo en los asadores, restaurantes y en las fiestas, bodas y comuniones», comentaba mientras añadía que «ahora se está vendiendo más en las carnicerías porque los carniceros  han ajustado los precios».