Los casos de trata identificados son "la punta del iceberg"

E.Carretero
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Accem presentó en Ávila un informe que realiza un diagnóstico sobre las otras formas de explotación de mujeres y niñas, más allá de la sexuales

Los casos de trata identificados son "la punta del iceberg"

Aunque la explotación sexual es la forma más conocida de trata de seres humanos lo cierto es que existen otros tipos de esclavitud que sufren de forma especial mujeres y niñas y que la asociación Accem se ha encargado de analizar en el informe ‘La otra cara de la trata’ que se presentó este jueves en la capital abulense y que hace «un diagnóstico interesantísimo» de las diferentes formas de explotación humana, más allá de la sexual, como apuntó la delegada del Gobierno en Castilla y León, Mercedes Martín.

«Para el Gobierno de España es una prioridad acabar con esta esclavitud del Siglo XXI, que es la trata de mujeres para su explotación sexual pero también para otras formas de trata igual de crueles», aseguró Martín que se refirió también a la necesidad de «perseguir a las mafias y a esas organizaciones criminales que se enriquecen a costa de esclavizar a las mujeres». Apuntó en este sentido la delegada que  el Gobierno de España «va a trabajar para elaborar una ley integral que erradique la trata y la explotación sexual de las mujeres y que incluya medidas para la persecución de estas mafias y también de oportunidades y rehabilitación para las mujeres víctimas de estos delitos». «Esto requiere la colaboración e implicación de todas las administraciones públicas y de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, así como de los servicios sociales y del tercer sector», dijo Martín que apuntó que, según la ONU, cerca de cuatro millones de personas son víctimas de algún tipo de esclavitud y de ellas el 65 por ciento son mujeres y niñas.

Reiteró la delegada del Gobierno en Castilla y León el «compromiso firme» del Ejecutivo «para trabajar en la persecución de estas mafias que ganan dinero a consta de esa vida cruel de cientos y miles de mujeres y niñas» a las que no solo se explota con fines sexuales y para «el enriquecimiento nauseabundo de estas mafias» sino que también son explotadas laboralmente para ejercer la mendicidad, para contraer matrimonios forzados o para la comisión de actividades delictivas.

Aunque no ofreció cifras sobre las mujeres y niñas sometidas a estos tipos de esclavitud en la región, Martín reconoció que la Comunidad de Castilla y León «no es ajena» a esta  «lacra» por la cual las mujeres «son estafadas, forzadas y engañadas».

Y es que, aseguró Teresa de Gasperis, responsable del programa de Trata de Personas de Accem en Madrid, los datos oficiales sobre estos tipos de explotación «solo representan la punta del iceberg» por cuanto identifican a «muchas menos víctimas de las que hay». Es más, apuntó la responsable de Accem que muchas veces ni la propia mujer se reconoce como víctima de un delito por lo que uno de los retos para afrontar esta problemática es «identificar» a las víctimas de trata lo que no es sencillo porque «son mujeres que han sufrido graves violaciones de sus derechos, agresiones y manipulación por parte de los tratantes o amenazas tanto personales como a sus familias  en el país de origen y generalmente desconfían en las autoridades y en las ONGs». «El acercamiento a las víctimas es muy complicado», reconoció De Gasperis.  

El informe ‘La otra cara de la trata’ pretende ser un punto de partida para abordar esta lacra «de manera multidisciplinar» porque «solo un trabajo coordinado entre los diferentes actores puede favorecer la identificación de las mujeres y que esa lucha contra la trata sea más efectiva», apuntó la responsable de Accem al hablar de este estudio que  intenta ver qué está pasando en España con las otras formas de trata que afectan a las mujeres más allá de la explotación sexual o en combinación con la sexual con el fin de ver cómo se puede ir avanzando en este tema.