• El entrenador colegial afirma que el recibimiento del nuevo proyecto «ha sido positivo» por unos primeros jugadores «que querían volver a la dinámica de competir, de entrenar».
Desde el inicio estuvo en la terna de candidatos a estrenar el banquillo de este nuevo Colegios Diocesanos en la Provincial de Aficionados. Finalmente David de Blas ‘Zamorilla’, como se le conoce habitualmente dentro y fuera de los terrenos de juego, era el elegido. «Cuando José ‘Chino’ Zapatera y Jorge Barrera me comentaron que estaban pensando en mí, entre otros para dirigir este nuevo proyecto, me gustó el reto.Cuando me lo ofrecieron no lo dudé» comenta el técnico abulense en una decisión con la que, tras siete años con juveniles y un descanso por motivos personales, vuelve a la primera escena del fútbol. Lo hace en un reto «bonito, pero cargado de responsabilidad» en una división, la Provincial de Aficionados, «que aunque la gente no lo crea, será complicada, porque tienes que desplazarte a campos que quizás no estén en las mejores condiciones, y con jugadores prácticamente juveniles que tendrán enfrente rivales con mucha más picardía y experiencia. No será sencillo».
Es uno de los retos que se marca un técnico que tiene muy claro para lo que nace este proyecto. «Lo que queremos es dar una continuidad a los chicos, que cuando terminen la categoría juvenil puedan seguir compitiendo» recuerda en un momento en el que su plantilla va tomando forma. «La aceptación entre los chicos está siendo buena. Cerca de un 90 por ciento de los jugadores con los que hemos hablado han dicho que sí. Algunos tienen ganas de volver a esa dinámica de competir, de entrenar» señala ante la confección de un bloque donde se busca un grupo fuerte de Ávila.
Formación, continuidad... Son palabras que aparecen con frecuencia en un proyecto que Zamorilla tiene claro que «puede ser el eslabón que le faltaba al fútbol abulense desde hace años». Porque para el entrenador colegial «en estos momento es complicado que un jugador juvenil esté en condiciones, con la madurez suficiente, como para saltar de juveniles a la Tercera División» explica recordando que «con nosotros se recupera ese equipo a medio camino que en los últimos 20 años no ha existido de forma continuada» apunta en una conversación en la que los recuerdos del Ávila Promesas y el error de su disolución surgen con frecuencia.
«Queremos ser una solución no un problema» apunta en un momento en el que es muy posible que muchos de los jugadores interesantes para sus filas pudieran serlo para el Real Ávila en caso de tener que recurrir en exclusiva al ‘mercado’ abulense. «Si quieren gente de Ávila podemos estar ante un mercado muy parecido. Nosotros a todos nuestros jugadores que si les llama la Cebrereña o el Real Ávila tienen la puerta abierta a marcharse» señala Zamorilla ante un proyecto que quiere poner fin a uno de los problemas del fútbol abulense. «Antes muchos chavales se veían obligados a dejar el fútbol. Ahora ya no tienen por qué hacerlo».