Impotencia entre los propietarios de gimnasios por el cierre

I.Camarero Jiménez
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Aseguran que no son de los ámbitos en los que se producen más contagios y defienden el cumplimiento estricto de las medidas de seguridad

El cierre de los gimnasios es otra de las medidas que llevará a cabo la Junta de Castilla y León este viernes para contener el avance de la covid-19.  Preguntamos a algunos de los responsables de estos establecimientos en Ávila para conocer su opinión; en el caso de El 88, Roberto Garcinuño tiene claro que «lo primero es la salud», pero que «ha sido mucho el esfuerzo» para poder volver a abrir después del confinamiento y también mucha la colaboración de los usuarios y de los trabajadores como para ahora volver atrás.  Por supuesto, que no se ha recuperado el ritmo previo al inicio de la pandemia, «la gente tiene miedo, pero el que viene no tiene inconveniente en hacer spinning o subirse a una cinta con la mascarilla puesta». De algún modo, aunque con distancia, «el gimnasio es un punto social de encuentro y es una pena que se cierren». Al mismo tiempo quiso poner de manifiesto Garcinuño el escaso número de positivos que se dan en este ámbito por lo que  reconoce que la medida les ha pillado un poco por sorpresa, «aunque ya veíamos que en algunos puntos de Europa lo estaban haciendo», y que «la impotencia es el sentir general».  Es, sin duda alguna, una «faena enorme» porque «estamos guardando todos las medidas sanitarias a la perfección desde el 22 de junio cuando volvimos a abrir las puertas y adaptándonos  a la normativa casi de manera diaria».

Para David Bores, propietario de  360 y de Pádel Home Ávila, es «un varapalo importante  porque en el caso de 360 acabamos de abrir, el 7 de octubre». Además «ya estábamos bastante tocados con el toque de queda porque para nosotros  la última hora es hora punta...» y «se nos ha ido limitando poco a poco y ahora ya es complicado mantenerlo». En principio, la medida es por 14 días, pero en el horizonte perciben que será por más tiempo y reconocen que molesta porque «en los gimnasios, en el ámbito deportivo, no estamos hablando de los más afectados en cuanto a contagios  y nos meten en el mismo saco que a otros sectores. Es difícil legislar individualmente pero igual que el pádel no es lo mismo que el fútbol, el mundo deportivo no es igual que otros sectores y las medidas de seguridad que tenemos son máximas». «Mal en lo económico para los propietarios»,  Bores estaba de acuerdo con Garcinuño en el «perjuicio social de la medida porque la gente necesita desconectar». 

«Somos profesionales del sector pero también comprendemos el miedo de la gente», concluía.