La USAL clausura uno de sus programas más enriquecedores

I.Camarero Jiménez
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Un centenar de alumnos de la Universidad de la Experiencia en Ávila se graduó este lunesen el salón de actos de la Escuela de Educación y Turismo como broche a un «satisfactorio» curso 2018/19

Es muy probable que los alumnos de la llamada Universidad de la Experiencia que se imparte en el campus abulense de la USAL y que suman más de un centenar echen de menos a partir de este martes sus clases ahora que se han graduado y que inician sus vacaciones. Y es que para ellos es una enseñanza especialmente motivadora como lo es para sus profesores que tienen en ellos a grandes alumnos. Son como su propio nombre indica gente mayor que en su día, cuando tocaba, por así decirlo, no pudieron acudir a las aulas y se quedaron con ganas de saber. Esas ansias de aprender se vieron después satisfechas y además, explicaba el delegado de la Junta de Castilla y León en Ávila, José Francisco Hernández Herrero, el hecho de salir de casa para acudir durante toda la semana a clases es «una muy buena manera de socializar», de hacer amigos, de encontrar temas de interés común, de unirse en el aprendizaje.

Como muestra, un botón, y es que muchos de los que se graduan no pierden el contacto con la universidad y una vez cerrado el círculo continúan perteneciendo a ese grupo de ex alumnos de la universidad con la que siguen estrechando lazos.

Fueron diferentes vicisitudes las que les impidieron estar en las aulas cuando tenían toda la juventud por delante, pero ahora con mayor serenidad acometen esta «experiencia». Una iniciativa que en el caso de Ávila va a más puesto que en el último año se ha incrementado un 5% el número de alumnos.

Para el delegado es «un gran proyecto de la Junta de Castilla y León, de la Consejería de Familia,  que propicia que más de 5.000 estudiantes en toda la región puedan ahora cursar estudios avanzados. Ayer se clausuró el curso en el campus de Ávila que graduó a ese centenar de alumnos que se suman a los 54 que lo hicieron días atrás en Arévalo, recordaba Hernández Herrero. Los objetivos, dijo, «son claros» y los itinerarios «están perfectamente definidos» con unas materias comunes y otras que abarcan ciencia, cultura, sociedad etcétera... hasta «las 45 horas semanales». 

Una actividad más para formarse y que es una alegría que se refleja en las caras de los alumnos y del que «nos sentimos muy orgullosos», manifestaba.

Por su parte María Paz Pando Ballesteros, directora del programa de la Experiencia de la Universidad de Salamanca aseguró que el balance del curso «es muy positivo en todas las sedes, que son siete: Benavente, Toro, Zamora, Ávila, Ciudad Rodrigo, Béjar y Salamanca, pues la demanda es creciente». 

En este sentido aseguró que Ávila tiene mucho potencial. Y en el mismo tono que el delegado afirmó que «la satisfacción es común al profesorado y a los alumnos». «Es una actividad complementaria, muy interesante y enriquecedora», tal y como la definió para concluir asegurando que «la labor de la extensión universitaria es fundamental».