Dos años del virus que nos cambió

Agencias
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Con más de 280 millones de infectados y 5,4 millones de fallecidos en el mundo, la COVID se instala en la vida cotidiana aunque con la esperanza de ver en 2022 la luz al final del túnel

La OMS confía en haber superado ya la fase aguda de la enfermedad. - Foto: Reuters

El 31 de diciembre de 2019, China notificaba la existencia de 20 casos de neumonía ligada a un nuevo y por entonces desconocido virus en la ciudad de Wuhan. Ahora, a punto de acabar 2021, la COVID-19 ya forma parte de la vida cotidiana en el mundo, con más de 280 millones de personas infectadas y 5,4 millones de muertos en todo el planeta. Se cumplen así dos años de una enfermedad que actualmente marca cifras récord de contagios aunque con estabilización de los fallecidos diarios, unos datos que alientan las esperanzas de que la variante ómicron sea mucho menos letal.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) puso en marcha en esos momentos su sistema de respuesta declarando la emergencia sanitaria internacional el 30 de enero, aunque el primer caso de la nueva enfermedad fuera de China ya se había detectado el 13 de enero en Tailandia. El 11 de febrero de 2020, la OMS bautizó al virus como COVID-19 (acrónimo en ingles de «enfermedad por coronavirus de 2019») y un mes después, el 11 de marzo, declaró la pandemia.

Fueron los inicios de una crisis sanitaria que en 2021 ha contado con el arma poderosa de las vacunas, que han permitido reducir los casos graves y los fallecidos, reabriendo muchas sociedades y estabilizando sus economías, aunque no hayan conseguido el deseado fin de la enfermedad.

El coronavirus ha sabido mutar  a variantes como la delta o la ómicron más contagiosas y que los antivirales no logran neutralizar. Esta evolución, facilitada por la desigual distribución de estos fármacos, ha provocado que este segundo año aunque no haya estado marcado por tantos confinamientos ni masivas cancelaciones de eventos, sí haya tenido cifras oficiales de positivos y decesos mayores incluso que las de 2020.

De hecho, la cifra actual de contagios es la más alta desde el inicio de la pandemia, debido a la mayor capacidad de transmisión de la variante ómicron, y ya se superó el día 29 por primera vez la barrera del millón de contagios globales diarios, aunque el dato positivo es que los fallecimientos no parecen aumentar en la actual oleada.

Pero, cifras aparte, la ciencia ha conseguido responder al virus desarrollando en un tiempo récord no solo vacunas, sino también tratamientos para pacientes graves, con corticoesteroides, anticuerpos monoclonales o antagonistas de los receptores de interleucina 6.

De este modo, tras 24 meses de una pandemia que ha cambiado el mundo, que ha causado crisis económicas y que ha mostrado la falta de preparación de la humanidad ante sus grandes amenazas, comienza un tercer año en el que la OMS confía en haber superado ya la fase aguda de la enfermedad, aunque admite que es difícil que esta desaparezca del todo. Para ello es fundamental que la actual «ola ómicron» descienda en casos tan rápidamente como ha subido.

Algo que parece posible teniendo en cuenta las curvas descendentes de contagios y hospitalizados que ya se vislumbran en los países que primero sufrieron la actual ola, como Sudáfrica o el Reino Unido, aunque las autoridades se muestran prudente y prefiere comenzar 2022 con llamadas a la precaución.