El Hereda Ávila Auténtica El Bulevar aún está muy verde, demasiado como para cruzarse en el camino de un líder, Obradoiro Silleda, que ya manda en solitario al frente de la clasificación. Querían verse los de Carlos Osvaldo Gómez ante un rival de categoría para ponerse a prueba. Y el examen fue demasiado duro. Porque a estas alturas de curso la realidad es que el equipo no está para competir con aquellos que buscan descaradamente el ascenso. Quizás más adelante, porque ahora los gallegos pusieron en evidencia que los verderones son todavía un equipo por hacer, con demasiado trabajo por delante, tanto en ataque como en defensa. «Estos partidos nos vienen bien.Es mejor un golpe de realidad ahora que más tarde» señalaba sin tapujos el técnico argentino, muy consciente de que los suyos aún tienen un enorme margen de crecimiento por delante.
Desde el inicio de partido impuso el Obradoiro Silleda el ritmo alto que se les esperaba.Lo sabían los verderones, pero se vieron arrollados. Le costó al Hereda Ávila Auténtica meterse en partido. Lo cierto es que no llegó a hacerlo, al menos en la primera mitad. Pronto se vieron con un 0-7 en el luminoso. El acierto de Guillermo González, el dominio de la pintura de Miguel López, el ritmo de juego de Barreiro y una dura defensa visitante achicaron a los verderones, que quisieron agarrarse al triple de Antonio Izquierdo pero que se vieron demasiado pronto en la zona técnica cuando Cristian encestaba desde el exterior y colocaba el 3-12 (minuto 4). Lo hacían fácil los de Denis Pombar, que observaba a los suyos cómo se comían a los verderones. Los errores en defensa se multiplicaban en ataque, donde acabarían con un duro 25 de 80 en tiros de campo. La canasta de Vukcevic (5-14) era un gota en el desierto. Obradoiro superaba la veintena (5-21, minuto 8) con el triple de Barreiro y caminaba imparable sobre un CUMCarlos Sastre silencioso, que veía cómo se jugaba a lo que quería el equipo gallego (7-27).
No bajó el ritmo en el segundo cuarto el Obradoiro y trataron de subir el suyo Alejo y Guillermo Rodríguez en un Hereda Ávila Auténtica que, al menos en ataque, trataba de dar la cara (13-29, minuto 12). La defensa era otra historia. La movían rápido los gallegos y Huguet calentaba la muñeca –dos triples consecutivos– y Cal le secundaba (13-38). Con el robo de Cristian y la bandeja fácil, Carlos Osvaldo Gómez volvía a pedir tiempo muerto. Seguía a lo suyo el equipo de Pombar, que ponía en el marcador la treintena de ventaja (17-47). A los locales se les empezaba a encoger la muñeca, había quien ya quería hacer la guerra por su cuenta... Al descanso, 22-57. El parón podía venirles bien a los de Carlos Osvaldo. El partido ya estaba perdido, pero aún se podía maquillar la tarde.
Tras el paso por vestuarios el objetivo ya no era ganar, sino competir. El descanso y el parón le sentó bien al equipo. Mejoraron Ezequiel y Vukcevic en un tercer cuarto en el que los verderones quisieron apuntarse la victoria parcial.Lo harían en el tercero (20-18) y lo volverían a hacerlo en el cuarto (21-15) en un partido que ya estaba sentenciado y que quedó en los últimos minutos en manos de los júniors.