Xavi era el duende

Diego Izco (SPC)
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La fortuna se alía con el Barça: ha salido vivo de las polémicas y de los fallos del rival

El técnico azulgrana da instrucciones a sus jugadores en un encuentro liguero. - Foto: Doménech Castelló

Ni podíamos decir antes que todo lo que le sucedía al Barcelona era fruto de la mala fortuna, ni ahora justificar el aparente cambio de rumbo en la inmensa 'flor' que ha tenido en los últimos encuentros. Sin embargo, es innegable que Xavi Hernández ha traído suerte a un equipo que necesitaba muchas cosas (gol, no venirse abajo al encajar, personalidad, etcétera), entre ellas un poco de 'potra'. 
En apenas tres partidos con el egarense al frente de la nave blaugrana se pueden contar siete acciones determinantes que sonrieron al bloque culé, monedas al aire cayendo siempre de cara: 

 

El 'penaltito'

El primer gol de la 'era Xavi' llegó desde los 11 metros en una jugada un tanto polémica. Cabrera (Espanyol) tocaba primero la pelota aunque después impactase sobre el pie derecho de Memphis Depay. La jugada se revisó, pero el videoarbitraje no cambió la decisión inicial del colegiado Del Cerro Grande. El neerlandés se encargaba de transformar la pena máxima. 

 

La de dimata

Solo en el borde del área pequeña, un centro medido, los dos pies en el suelo… Posición perfecta para el remate. Parecía imposible que el atacante del Espanyol, cuyo juego aéreo es uno de sus puntos fuertes, fallase la ocasión. Pero sucedió. Su cabezazo salió incomprensiblemente cruzado y el Barça evitó el empate en el derbi catalán.

 

Dos postes

Dos acciones en una: también en el choque frente al combinado 'perico', Raúl de Tomás tuvo tres ocasiones clarísimas en la recta final del choque, pero dos de ellas se estrellaron en el poste derecho de la portería de Ter Stegen: un magistral lanzamiento de falta (min. 80) y un cabezazo (min. 85) que no fueron gol por unos pocos centímetros.

 

Seferovic

Ya en la Liga de Campeones, cierto es que el Barça había hecho méritos para ir por delante en el marcador ante el Benfica, pero lo que sucedió en el minuto 94 heló la sangre a todos los 'culés': Con 0-0 en el marcador, Darwin Núñez condujo el contragolpe portugués y le entregó la pelota a Seferovic, que la picó suavemente por encima de Ter Stegen y la mandó fuera a puerta vacía. Inexplicable… y milagroso: habría supuesto la eliminación virtual del Barça en la Champions, un torneo en el que ha sufrido severos varapalos en las anteriores temporadas.

 

El 'no-penalti'

Ante el Villarreal, horrible cesión de Eric García hacia Ter Stegen y Danjuma no consigue aprovechar el regalo: su disparo impacta en Piqué, que se lanza al suelo a la desesperada. Nadie reclama, pero las repeticiones demuestran que el remate del neerlandés se estrella en el brazo del central azulgrana. Que el VAR no revisara la jugada es todavía un misterio sin resolver.

 

El 1-2

Para que el Barça meta gol esta temporada tienen que pasar cosas extrañas (el 0-1 es un rebote al límite del fuera de juego de De Jong, el 1-3 otra vez de penalti). El 1-2 es el perfecto ejemplo: un patadón en largo de Ter Stegen, una cesión suicida de Estupiñán con la cabeza, un resbalón de Albiol… E incluso el remate de Memphis, ya sin portero, es malo y pasa entre las piernas del propio Estupiñán.
En tres partidos con su nuevo técnico, el Barça ha sumado dos victorias y un empate. Ha logrado vencer su primer partido fuera de casa de la temporada. Ha encajado un solo gol. Señales muy positivas con el objetivo de recuperar anímicamente al equipo. Pero a nadie escapa, a los propios jugadores tampoco, que el factor suerte ha sido determinante y que un acompañante tan inestable como la diosa fortuna un día puede desaparecer. 
De momento, en Villarreal marcaron gol tres tipos que estaban en el disparadero de las críticas; y en el decisivo encuentro de la Champions ante el Bayern, los alemanes ya son primeros de grupo, juegan a los tres días con el Dortmund en un duelo clave para la Bundesliga y varios jugadores 'antivacunas' la han liado en el vestuario, hasta el punto de que hay algunos contagiados que no llegarían a tiempo al partido. De momento, con Xavi sopla viento de popa.