Día de nervios, de tensión, de incertidumbre. Han sido muchos los meses de preparación, en algunos casos son ya unos cuantos años, y de nuevo llega el momento de enfrentarse a las pruebas de la oposición de la Escala Básica del Cuerpo Nacional de Policía para hacer realidad ese sueño de ser uno de los 2.366 policías-alumnos que accederán a la Escuela Nacional de Policía el próximo mes de septiembre.
Los hombres han sido citados a las 11,00 horas en la puerta de acceso al recinto de la Ciudad Deportiva de la Zona Sur situada en la avenida de la Juventud para realizar los tres ejercicios que integran las pruebas físicas, la primera barrera que hay que superar en esa trayectoria. Un buen número de ellos aguardan desde poco después de las diez de la mañana para ser llamados. Los policías encargados de gestionar el acceso se encargan de recordarles que deben mantener las distancias de seguridad y a las 10,30 horas comienzan a entrar, uno a uno, en fila. Primero el gel hidroalcohólico en las manos, después les entregan una bolsa de plástico para que meten sus enseres.
Mientras aguardan ese momento Francisco, de Cáceres, y Darío, de Toledo, esperan con impaciencia el momento de ser llamados, una tensión que se ve reflejada en la mirada que transmiten por encima de sus mascarillas. Para Francisco «es la quinta vez» que se presenta, y reconoce que «cambian un poco las condiciones por el tema del covid y no sabemos cómo nos va a afectar, pero esperamos no tener ningún problema. Supongo que para todos es igual esta normativa nueva, y no tiene por qué ser ni perjudicial ni beneficiarnos tampoco». En cualquier caso confía en que «vamos a aprobar, es un examen más, un entrenamiento más, y ya está».
En el caso de Darío asegura que «venimos expectantes con el cambio de normativa y con todo lo que conlleva la pandemia, pero el trabajo está hecho y a reflejarlo en el día de hoy”. Para él ésta será la tercera ocasión en la que se enfrenta a estas pruebas y acude “con la misma ilusión de todos los años por conseguirlo».
Mientras los hombres aguardan su momento, las mujeres respiran ya más aliviadas una vez completados los tres ejercicios. Irene, de Jaén, asegura que «ya llevo unas pocas» veces en las que se ha presentado y sonriente afirma que ha salido satisfecha del resultado y reconoce que «ha sido más parecido a la normalidad de lo que parecía en principio». El cambio de la normativa, la novedad de la instalación escogida este año para hacer las pruebas, son condicionantes presentes en esta ocasión pero considera que todo ha ido «bien». Y lo que no deja de ser importante en estas circunstancias, «se ha respetado el gel, la mascarilla»,y espera que esta vez haya fortuna para conseguir ese sueño.
Para Siomara, de Guadalajara, tampoco es la primera vez que acude a estas pruebas, y se va satisfecha con su resultado y con el desarrollo del protocolo que se ha establecido para su ejecución. Así afirma que «lo han hecho muy bien. Nos han distribuido en grupos pequeños, por eso hemos tardado más hasta que hemos entrado y hemos hecho las pruebas, porque va más despacio, pero todo ha ido bien».
La primera prueba ya está superada, pero aún queda un largo recorrido para poder regresar a Ávila y a su Escuela Nacional de Policía el próximo año.