Europa valora el avance en el 'patrimonio inteligente'

M.E
-

El proyecto SHCity, que opta a los premios europeos Ilucidare, sigue activo en la Muralla, Los Verdugo y Caprotti en la vertiente ambiental gracias a la Fundación Santa María la Real

Europa valora el avance en el 'patrimonio inteligente'

El proyecto Smart Heritage City (SHCity), implantado en Ávila desde finales del 2016 y hasta 2018 y que le permitió a la ciudad dar pasos de gigante en la gestión inteligente del patrimonio, es uno de los tres finalistas en los premios europeos Ilucidare, convocados por el consorcio del mismo nombre, la Comisión Europea y Europa Nostra, en concreto en la categoría de innovación. Con esta nominación Europa reconoce el avance de Ávila en el ámbito del ‘patrimonio inteligente’ y también valora el potencial de SHCity para aplicarse en contextos similares de patrimonio urbano en todo el continente, según se refleja por parte del jurado. La replicabilidad, de hecho, era uno de los retos de la iniciativa, y de hecho ya se entregaron prototipos para su posible desarrollo en las ciudades de Sintra-Cascais en Portugal y Ribarroja de Turia en Valencia.  

El proyecto, un «trabajo en equipo» que sirvió para implementar una plataforma tecnológica que facilita la gestión y conservación del conjunto histórico de la ciudad, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, además de contribuir a su dinamización turística, ya está finalizado, pero una de las aplicaciones se mantiene en un formato reducido de la mano de uno de los socios, la Fundación Santa María la Real. Durante 30 meses de trabajo, se monitorizaron 29 espacios del conjunto histórico sobre los que se desplegó una red de 215 sensores y dispositivos que controlaron en tiempo real una veintena de parámetros ambientales o estructurales, así como otros relacionados con la seguridad, el consumo energético o el número de visitantes.

La arqueóloga del Ayuntamiento de Ávila y ‘alma’ del proyecto, Rosa Ruiz Entrecanales, explica que la Muralla y los Palacios de Caprotti (Superunda) y Los Verdugo continúan ‘conectados’ a los sensores para poder seguir midiendo y vigilando los parámetros ambientales, los que hacen referencia a la temperatura, humedad, radiación y la eficiencia energética gracias a la «buena voluntad» de la Fundación, que mantiene abierto el servidor.

Gracias a esto durante el confinamiento, por ejemplo, «hemos estado controlando la humedad y la temperatura en el Palacio de Caprotti para que no subiera ni bajara y garantizar que sus condiciones ambientales eran las idóneas», dada la limitación de la movilidad, con lo que se habrían podido «detectar problemas» en el edificio.

Y es que el proyecto ha permitido durante más de dos años «tomar el pulso a la ciudad y saber cómo se encuentra en cada momento nuestro patrimonio» . Los datos recogidos por los sensores se sumaron a los derivados de otros sistemas ya existentes generando un flujo de información que facilitaba el trabajo de gestores. ¿Cómo? a través del acceso a un panel de control en el que, a través de un modelo 3D de la ciudad, se podía acceder online a la información de cada uno de los edificios monitorizados. 

 De esta manera, al tener información objetiva y precisa, se podía mejorar el diagnóstico y la toma de decisiones. Además, la plataforma alertaba en el caso de detectar algún riesgo o parámetro descontrolado para que se pudiera reaccionar de modo inmediato.