Repelente oloroso para evitar los accidentes con animales

M.E
-

La Junta aplica en siete tramos de la red, los de mayor índice de siniestralidad con animales en los últimos años, una medida experimental a través de un producto disuasorio

Repelente oloroso para evitar los accidentes con animales - Foto: Isabel García

La Junta de Castilla y León ha puesto en marcha una medida experimental en carreteras de Ávila para evitar los accidentes de tráfico con animales. Según ha informado en nota de prensa, se está aplicando un repelente oloroso en siete puntos de la red de carreteras autonómicas con el fin de disuadir a los animales en libertad de pasar por esos puntos y evitar así que se produzcan siniestros.

Previamente se han determinado los tramos que muestran un mayor índice de accidentalidad por atropello a animales salvajes durante los últimos tres años. Todos ellos se encuentran señalizados como peligrosos por poder ser atravesados con cierta frecuencia por animales en libertad. Así, los tramos elegidos se ubican en la AV-904, de los puntos kilométricos 0 al 3 (carretera de Los Toros de Guisando); en la CL-501, del p.k. 15,575 a 18,540 (de Sotillo de la Adrada a La Adrada) y del 38,150 al 44,000 (de Casavieja al cruce con Pedro Bernardo); en la AV-500, del p.k. 2,740 a 7,250 (de Ávila a Bernuy Salinero); en la AV-900, del p.k. 3,950 a 12,000 (de Ávila al cruce de Riofrío); en la CL-505, del p. k. 3,900 a 9,100 (de intersección con carretera de Naturávila a Tornadizos) y en la AV-110, del punto kilométrico 1,250 a 5,900 (de Ávila a Martiherrero).

La aplicación de los disuasores se realiza mediante pulverización directa en márgenes de carreteras y el desarrollo de la operación consiste en mezclar el producto más indicado para cada localización junto con una resina resistente a factores climatológicos (como lluvia o nieve) y la cantidad correspondiente de agua que garantice una dispersión adecuada.

La extensión del producto se realiza principalmente con camión provisto de boquilla pulverizadora de forma similar a un ambientador convencional, impregnando árboles, piedras, mallas de cerramiento… con un olor muy fuerte que ahuyenta a los animales hasta tres meses gracias a la resina utilizada. Con un presupuesto de 12.000 euros, la Junta traslada que se realizarán cuatro aplicaciones al año para garantizar la protección durante todo el año.