Si hablamos de artes marciales en Ávila o El Barco hablaríamos de karate, en Arévalo lo haríamos de taekwondo, pero si lo hacemos en Mombeltrán lo haríamos de kempo, una localidad de apenas 1.070 habitantes pero con una campeona del Mundo de Kempo Júnior entre sus calles. Pocos conocen este deporte, pero en la localidad villana todos conocen a Patricia Labrado, que a sus 17 años –cumplirá los 18 este mes de junio– ya se ha abierto un hueco en la SelecciónEspañola. Le abrieron una rendija de la puerta y entró de golpe. Porque tras las dos medallas de oro en la Copa de España –el pasado mes de octubre– recibía la llamada del combinado nacional. La quería para elCampeonato del Mundo. Y allí, en el Palacio Multiusos de Guadalajara, en el XVI Campeonato del Mundo de la Federación Internacional de Kempo IKF se convertía en campeona del Mundo en la modalidad de Kobudo (kata con arma). Un antes y un después. «Sin duda. El primer campeonato siempre supone un gran cambio, sobre todo a nivel mental».No es sólo es el resultado obtenido, es «ver que tu federación confía en ti para que representes a tu país en un campeonato tan importante» señala la villana, campeona del Mundo y estudiante de bachillerato. «Compaginarlo siempre me ha costado un poco, pero creo que lo he conseguido sacar mejor de lo que esperaba».  

A su edad son los estudios una parte fundamental, aunque reconoce que el kempo «se ha convertido en una parte esencial de mi vida. Me ha aportado valores como el respeto, la humildad y sobre todo la disciplina» comenta sobre un arte marcial desconocido para muchos pero que empieza a empujar con fuerza en España. «Cada vez está más reconocido y estoy segura de que va a ir en aumento» señala Patricia. «Ha quedado demostrado en la realización del Campeonato delMundo en Guadalajara» donde, además, la SelecciónEspañola era la segunda en el medallero absoluto con 19 medallas de oro, 16 de plata y 22 de bronce. En categorías Júnior, primera.  

No ha sido sencillo llegar. Comenzó a practicar este deporte a los 11 años. Lo hizo «por novedad». Porque no es el kempo una disciplina deportiva extendida. «En la zona donde yo vivo no se dan muchas disciplinas deportivas.El kempo era una novedad, hasta hace poco apenas se conocía y lo probé» recuerda. Pudo elegir otras disciplinas –«hay más escuelas de karate o judo»– pero se decidió por el kempo. Desde entonces lo hace en el Taishindo Kempo, dirigido por JuanHombre.

Desde entonces ha ido a más la abulense. Reconoce que «suena extraño que en un pueblo como Mombeltrán, de pocos habitantes, puedan salir campeones del Mundo», mucho más en una disciplina como la suya. «A veces cuesta entrenar».Entre su esfuerzo y el de su entrenador lo han hecho posible. A partir de aquí, un mundo de posibilidades. Lo que tiene muy claro es que «me gustaría seguir compitiendo muchos años más dentro de la Selección».Porque tiene claro que «no creo que éste haya sido mi tope, todo acaba de empezar».