El Real Ávila hace las maletas hasta la 2020-21

A.S.G.
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Se acabó de manera oficial la temporada para el club encarnado. Empieza ahora el trabajo en los despachos. Uno de los primeros movimientos será la despedida oficial de Jonathan Prado

El Real Ávila hace las maletas hasta la 2020-21 - Foto: David Castro

El Real Ávila ya hizo las maletas hasta la temporada que viene. Los pisos de los jugadores empezaron a vaciarse a medida que se aproximaba la decisión oficial de la RFEF de dar por concluida la temporada. Ya eran conscientes todos de que no volverían a pisar el césped del Adolfo Suárez, pero quedaba por confirmarlo. Con la decisión sobre la mesa, la despedida, aunque desde lejos. «Nos hubiera gustado acabar sobre el campo, jugando, aunque ya no pudiéramos optar al objetivo» reconoce Carlos González, director Deportivo del Real Ávila. Este año el COVID-19 ha obligado a que la marcha sea más fría, distante, tras una temporada extraña desde el principio hasta el final, donde el equipo no pudo alcanzar aquello que tanto deseaba, estar en condiciones de pelar por los puestos de playoffs. Se quedó demasiado lejos. Ahora llega el momento de los despachos, de las lecturas y de los cambios, que los habrá.Que nadie espere revoluciones. El mundo del fútbol no está para giros radicales, aunque sí cambiarán algunas caras, empezando por un banquillo en el que todo hace indicar que el proyecto de JonathanPrado, después de dos temporadas en el Adolfo Suárez, ha llegado a su punto final. Primer cambio en una pretemporada diferente, más larga que las demás y con no pocos condicionantes por la situación sanitaria, la situación económica y la propia situación deportiva de cara a una temporada 2020-21 sobre la que aún se deberán aclarar muchas cuestiones.    

Hicieron ya sus maletas los jugadores. Ya sólo quedan en Ávila  jugadores como Corozo o Calderón, que esperan su momento para regresar a su país. Muchos, el bloque de estos últimos años, volverá a la ciudad amurallada. A la espera de poder concretar el presupuesto del próximo curso –hay que valorar variables como la presencia de público, patrocinadores e incluso número de partidos– la predisposición por todas las partes es de continuar.

Se quiere que sigan, aunque las sensaciones con las que se ha cerrado la temporada son contrapuestas. «Estamos contentos con el rendimiento del equipo ante los grandes pero disgustados por los resultados obtenidos con los equipos de mitad de tabla hacia abajo» comentan desde el Adolfo Suárez. Ha sido la tónica de un equipo que ante los conjuntos de la zona alta no sólo ha dado la cara sino que ha obtenido resultados, pero que se ha dejado escapar el tren en los partidos contra los equipos de la zona de mitad de la tabla hacia abajo.

«Realmente no sabemos dónde puede haber estado el error» valora en estos momentos Carlos González, que ya lleva mucho trabajo adelantado para el curso que viene pero al que aún le queda por delante. «Había plantilla» tiene claro como lo ha tenido la afición, «pero ha faltado el carácter en esos partidos en los que el nombre del rival no motiva tanto» pero cuyos puntos tienen el mismo valor que los que hay en juego ante los cuatro primeros.  

«Quizás no tener ese bloque de jugadores veteranos que sí tienen otros equipos, quizás la falta de jugadores de la ciudad capaces de empujar en esos partidos en los que más cuesta... Ahora mismo no sabemos cómo entenderlo», aunque sí saben que a partir de estas premisas quieren trabajar «para tratar de conseguir imprimir al equipo ese sentimiento de querer estar arriba» el próximo año.

 Quedan muchas semanas de trabajo en lo deportivo y en lo económico. «Vamos a ser realistas» confiesa Carlos González ante las cuentas del próximo curso. Un presupuesto para el que no esperan la ayuda del Ayuntamiento de Ávila. «Haremos el camino solos» tienen claro, aunque «toque hacernos un poco más pequeños». Porque la situación del coronavirus afectará y mucho a Tercera. «Hay que esperar al Plan de Competición» pero también «tenemos que saber si los partidos se van a poder jugar con público. Eso es taquilla, abonos y patrocinadores. Si no hay público...» ya avisa ante un panorama que «no sólo es para el Real Ávila, sino para todos». Y todos se van a tener que ajustar y mucho en sus presupuestos.

Un futuro grupo VIII con las dudas de dos subgrupos muy desiguales en dificultad

El Plan de Competición será el que determine cómo se desarrollará la temporada 2020-2021, pero la ruta de lo posible ya está esbozada. Las reuniones previas entre FCyLF y los clubes de Tercera mientras se debatía la opción de la RFEFpara concluir la temporada dejaron al descubierto otra realidad, ahora contemplada para el resto de grupos de Tercera, y es la división del Grupo VIII en dos subgrupos. Un debate que se abrirá a partir de ahora, porque atendiendo a la división por grupos que ya existe en las divisiones Regionales el escenario que se plantea puede ser de una enorme desigualdad. Tanta que el Real Ávila, como Diocesanos y Cebrereña, los otros equipos abulenses que estarán en Tercera, se encontrarían –siempre supuestamente– con rivales como la Arandina, Segoviana, Numancia B, Burgos Promesas 2000 o Cristo Atlético, cinco de los equipos que este año han ocupado las siete primeras plazas. Escenario muy distinto al otro grupo, únicamente con Astorga y Zamora –a la espera de la fase de ascenso– como rivales fuertes.