La subida del desempleo en la provincia de Ávila se había frenado en el mes de mayo, en comparación con el repunte que había experimentado en marzo y abril por la crisis sanitaria derivada de la expansión del coronavirus, y ahora sabemos que ese aumento, aunque leve, se concentró exclusivamente en la capital abulense, dejando al margen a un medio rural que en el tercer mes desde que se convive con la pandemia parece que ha podido amortiguar mejor sus efectos. 

Según los datos publicados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), la capital abulense sumó en el mes de mayo 96 demandantes de empleo registrados más que en abril, cuando en toda la provincia habían sido 81 en ese mismo periodo. Las mujeres y el sector servicios son los principales detonantes del alza del desempleo en la ciudad, en buena medida porque dos de las principales actividades de este sector, la hostelería y el comercio, han estado cerradas sino todo el mes, parte de él. 

En comparación con la situación de un año atrás la capital registra un aumento muy significativo del paro que se cifra en 698 desempleados más, lo que en términos porcentuales supone el 18,7%. La mayor parte de ese repunte se concentra en los tres últimos meses, los directamente afectados por la pandemia de la COVID. Así, desde febrero la capital suma 595 demandantes de empleo registrados como tal en el antiguo Inem.

Con estos datos, la capital abulense cerró el mes de mayo con 4.429 desempleados. De ellos la mayoría, hasta 2.632, son mujeres, frente a los 1.797 hombres.