Es una medida «incoherente» con la que se demuestra su «incompetencia», que «no hay una planificación», que «no se están atendiendo las directrices de los que saben de estas cosas» y que «no se fían de nosotros ni del propio Ministerio». Son palabras de Víctor Gómez, presidente de la Federación de Hostelería integrada en Confae, a la hora de valorar la medida implantada por la Junta de Castilla y León desde la noche de este sábado de aplicar un toque de queda entre las 22,00 horas y las 6,00 horas para limitar parcial y temporalmente la libertad de la circulación de las personas en la comunidad de Castilla y León, con una serie de excepciones y ante la negativa evolución de la situación sanitaria derivada de la expansión de la pandemia.

Un medida de la que se venía hablando desde hace unos días y que Víctor Gómez no critica en sí misma, sino por el horario adoptado, las 22,00 horas, al considerar que afecta directamente a la actividad de bares y restaurantes, dos de los negocios que más venían sufriendo las consecuencias de la COVID-19. «No vemos mal el toque de queda, pero hemos demostrado que estamos cumpliendo con todas las medidas de seguridad y para nosotros esas dos horas, de 22 a 24 horas, son fundamentales a la hora de poder dar cenas», explica Víctor Gómez, quien habla de la «incompetencia» de los dirigentes de la Junta y de la «incoherencia» de la medida en contraposición, por ejemplo, con el horario de Madrid (hasta las 24 h.). «No lo entendemos y para nosotros es un palo más», señala el presidente de la Federación de Hostelería, quien añade que «igual que decimos lo que está mal en la ciudad, también pensamos que esta medida de la Junta demuestra que no están contando con el sector, van sacando órdenes según se les va ocurriendo y sin un criterio científico  y no tienen ni idea de lo que están haciendo».