Si casi cualquier día resulta apetecible dar un buen paseo por la ribera del Adaja en Ávila, con buen tiempo y con una explicación de lo que estás viendo por parte de los expertos lo es aún más. Ysi además le sumamos que, en plena pandemia, los planes apetecibles y seguros no es que abunden demasiado, precisamente, no es de extrañar que las rutas guiadas interpretativas organizadas para este fin de semana desde el Centro Medioambiental de San Nicolás hayan logrado el lleno.

Tras varios días con mal tiempo había ganas de disfrutar de la naturaleza y, en este escenario, las veinte plazas de cada una de las cuatro propuestas, distribuidas entre las mañanas y las tardes de este sábado y el domingo, parece que se quedaron cortas para atender toda la demanda. 

Y es que el entorno natural abulense llamó al paseo con fuerza. La primera de las rutas, la desarrollada por el ‘Adaja urbano’, atrajo la atención de dos familias con niños y  de varios adultos  que, con todas las medidas de seguridad que impone la COVID-19, disfrutaron de una mañana redonda. De la mano de los guías Felipe Nebreda y Nacho Sevilla, el grupo recorrió a pie la distancia que separa San Nicolás de la pasarela de madera sobre el Adaja y durante ese plácido camino alrededor de una docena de especies les salieron a su paso. «Ha habido bastante movimiento de bichos», comentaba Nebreda, quien hacía memoria para contarnos que habían visto mosquiteros, carboneros, colirrojos o herrerillos, además de observar una garza real sobrevolando la zona y de oír al martín pescador. «El río iba con mucha agua y había patos y, además de la fauna, también nos detuvimos en explicar algunas especies arbóreas de la ribera, como fresnos o sauces», añadió.

Para facilitar la visita se facilitó a los asistentes material de uso personal como prismáticos y el acetato para poder acercarse con seguridad al telecospio con el que ver las especies más lejanas.