Tiempo de Navidad y tiempo para disfrutar en familia y con la familia.Los niños necesitan la atención de sus padres y compartir las vacaciones realizando actividades al unísono, dejando a un lado consolas, videoconsolas, tables o móviles, al igual que los deberes. Este miércoles ha sido una buena oportunidad para hacerlo con los Cuentos de Navidad que tenían a la Biblioteca José Jiménez Lozano como lugar de reunión. Alrededor de un centenar de personas, entre adultos y niños acogieron de buen grado las historias que llevó al lugar Arancha, o mejor dicho, Arancha la duende (de Producciones Titirisueño).

Colorida, simpática, dinámica se dirigía al auditorio, muy animado para la ocasión, y con el fin de trasportarles a todos esos maravillosos lugares a los que nos hacen llegar los cuentos. Por supuesto que parte del hilo conductor de las narraciones tuvieron a la Navidad como protagonista, a los renos y Papá Noel, a los Reyes Magos... Transmitiendo mensajes para los niños, pero también  para los mayores. Ya fuera por su boca o ayudada por sus amigos de trapo.

Lo que está claro es que la Navidad  es «momento de contar cuentos», pero no sólo en esta época porque Arancha animaba a los padres a hacerlo cada día, cada noche, porque «sobre todo para los que nos dedicamos a contar historias... Pues no hay nada más mágico que los cuentos, que en este caso nos van a llevar al Polo Norte, a conocer un poco más a los Reyes Magos y todo para transmitir lo que es la Navidad, valores como la amistad, el ayudarse o simplemente el cómo prepararnos para la llegada de los Reyes». 

Fue un momento mágico, en varios sentidos, también en el propio del término porque ya en el primer cuento Arancha fue capaz de contar la historia de la carta a los Reyes de su muñeco Matías, ésa en la que tan sólo pedía un regalo que fue un secreto hasta el final de la narración y como una maga logró que sus ayudantes, salidas de entre el público, Ylia y Jimena, extrajeran de una bolsa un papelito con un dibujo que precisamente fue la petición navideña del muñeco, por cierto la única: un simple tren de colores. 

Y es que ése también era uno de los mensajes, con un presente que se pida es suficiente y en cualquier caso no pasa nada si no nos traen exactamente lo que hemos pedido.

Educar contando historias y tratando de atraer público a las bibliotecas, lugares mágicos donde ser partícipes de muchos sueños y vivencias.

Como moraleja y mensaje de la sesión de cuentos de ayer, especialmente una: «los padres se tienen que quedar con que los cuentos son para todos y ellos deben contarlos también».

actividades para el jueves. La actividad de Cuentacuentos en las bibliotecas llega este jueves a la Olegario González de Cardedal a las 12 horas y en esta ocasión con Producciones Titirisueños. El viernes se traslada a la de la Posada de la Feria en el mismo horario.