La denominada Revuelta de la España Vaciada llegó puntual en el primer sábado de octubre y lo hizo en el caso de la provincia de Ávila a la localidad de San Bartolomé de Pinares donde se escenificó el «yo paro por mi pueblo». 

Se trataba de parar, sí, de llamar a las administraciones a recapacitar para así poder avanzar en poner coto al desequilibrio territorial. Cada año les mueve un motivo y es que son muchas las barreras que les hacen diferentes y que conminan a los pueblos a quedarse sin vecinos y a tener dificultades para atraer a nuevos moradores. 

En ocasiones anteriores los organizadores de la ‘revuelta’ han ‘parado’ para defender la sanidad pública y ante todo una sanidad rural digna, como ocurría el año 2020; o un necesario Pacto de Estado Contra la Despoblación que pedían en 2019 y cuya reivindicación sigue de actualidad; pues bien ahora, este sábado, salieron a la calle para, hartos de los cortes de cobertura (en el caso de que la haya), reclamar ‘Internet para todos los pueblos a una velocidad mínima de 100 MB simétricos’, además de estar a un máximo de 30 minutos para acceder a servicios básicos y a no más de 30 kilómetros para enlazar con una vía de alta capacidad. Necesario para crecer o más bien para no acabar muriendo como pueblo, lo han denominado Plan 100/30/30.

En este sentido la elección de San Bartolomé de Pinares estimaban era de lo más oportuna porque hay problemas de cobertura, porque para llegar allí tiene como barrera el puerto del Boquerón y, en el lado positivo, porque fue allí donde presentaron el modelo de desarrollo el 30 de julio y cuentan con «uno de los colectivos sociales más activos, la Asociación de Desarrollo Rural Tierra de Pinares que está dentro de la Red Abulense contra la Despoblación». En definitiva, lo tenía todo para albergar la iniciativa.

acciones espontáneas.   Fue una acción simbólica, un parón, al que de manera espontánea se sumaron además convocatorias en La Aldehuela y Burgohondo, relataba a Diario de Ávila Juan Carlos Soto, responsable de la organización. En cualquier caso la acción tenía como fondo «enfatizar la necesidad de hacer efectivos los derechos que la Constitución garantiza a todos los ciudadanos sobre el acceso a los servicios básicos, independientemente de dónde residan».  El objetivo final es «corregir los desequilibrios territoriales de nuestro país».

El caso es que el de Ávila fue un acto un tanto atípico este año puesto que, dado que la pandemia aún manda, la mayor parte de las entidades organizadoras de esta ‘revuelta’ optaron por citarse en redes sociales, que inundaron con mensajes en los que reclamaron servicios igualitarios en el medio rural, a través de los hastags #YoParoPorMiPueblo y #EspañaVaciada. La presencialidad por tanto se mantuvo en Ávila, como decíamos en San Bartolomé de Pinares, también en Soria capital y en Geras de Gordón (en León), entre otros lugares. En la convocatoria abulense fueron decenas de personas las que acudieron a la cita y además, de todas las edades: grandes, pequeños, mayores...

Así, este primer sábado de octubre sirvió para reivindicar «una de las propuestas destacadas del Modelo de Desarrollo, que detalla las 101 medidas que elaboraron entre las plataformas participantes y que presentaron en el Congreso de los Diputados el pasado mes de mayo para comenzar a revertir el desequilibrio territorial y la despoblación: ese Plan 100/30/30».