La vacunación antigripal incluirá a bebés prematuros

SPC
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La campaña de este año también incorpora a los pacientes con trastornos de coagulación e incidirá en otros grupos como embarazadas y mayores de 65

La vacunación antigripal incluirá a bebés prematuros

La Consejería de Sanidad suma a los grupos de riesgo frente al virus de la gripe a los bebés prematuros y a los pacientes con trastornos de coagulación esta temporada, en la que incidirá también en otros grupos de riesgo, como las embarazadas, profesionales sanitarios y mayores de 65 años. Así lo avanzó ayer la responsable de este departamento, Verónica Casado, quien destacó la necesidad de solicitar cita previa en el centro de salud para evitar aglomeraciones entre el 29 de octubre y el 13 de diciembre.

En concreto, esta decisión se toma tras las recomendaciones de la Comisión de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud que fueron aprobadas en el Consejo Interterritorial, por lo que se vacunará a los niños de entre seis meses y dos años con antecedentes de prematuridad, es decir, nacidos antes de las 32 semanas de gestación, además de las personas con cualquier trastorno de la coagulación, y a los grupos habituales.

Para esta campaña, en la que se confía que el virus se comporte cono una intensidad intermedia y no pandémica, la Junta ha adquirido 620.000 dosis antigripales, con una inversión de 3,12 millones de euros. De ellas, 200.000 unidades se corresponden con la vacuna tetravalente, con cuatro cepas gripales. Con ellas se cubrirán las posibilidades de circulación de virus B, para su dispensación en personas de entre 60 y 64 años inclusive, en grupos de riesgo sanitarios por patologías previas y en colectivos de riesgo social, bien por su trabajo para la colectividad o por la posible transmisión de la enfermedad a población de riesgo entre la población de hasta 64 años.

Las otras 420.000 dosis corresponden a la vacuna adyuvante o virosómica inactivada, destinada a la población de 65 años y mayores y diseñada para mejorar la respuesta inmunológica frente a la gripe de este grupo poblacional, según explicó la directora general de Salud Pública, Carmen Pacheco, quien precisó que este año uno de los objetivos pasa por ampliar las tasas de cobertura en este grupo hasta el 65 por ciento.

También, desde Salud Pública se trabajará por incrementar hasta el 40 por ciento las tasas de cobertura entre embarazadas -el año pasado fue del 39 por ciento-, y entre profesionales sanitarios, uno de los hándicaps habituales de esta campaña, ya que, aún siendo población de riesgo, todavía están por debajo de esta recomendación, con un 32,41 por ciento en el caso de los profesionales de Atención Especializada, y un 38,87 por ciento, en el de los de Atención Primaria.

Casado incidió en declaraciones recogidas por Ical en la importancia de vacunarse, al tratarse de una de las medidas más eficaces de salud pública para combatir un virus, y reducir la mortalidad y la morbilidad asociada a esta patología respiratoria y a sus complicaciones, así como su impacto social y sanitario. «Es muy importante vacunarse», reiteró, puesto que en población de riesgo y en pacientes crónicos y pluripatológicos puede ser una enfermedad grave y mortal. «Es una manera de protegerse» y de romper la cadena de transmisión a sus pacientes.

La vacunación frente a la gripe se dirige a personas adultas y niños mayores de seis meses que padezcan enfermedades crónicas -pulmonares, cardíacas, renales, hepáticas, oncológicas, neuromusculares graves, diabéticos, inmunodeprimidos, etc.-; personas con discapacidad y/o déficit cognitivo -síndrome de Down, demencias, etc.-; pacientes crónicos institucionalizados; niños y adolescentes, de entre seis y dieciocho años, que reciban tratamientos prolongados con ácido acetilsalicílico, por la posibilidad de desarrollar el síndrome de Reye tras la gripe; personas con obesidad mórbida -índice de masa corporal superior a 40-; y mujeres embarazadas, en cualquier momento del embarazo.

La recomendación de vacunación se extiende también a residentes en instituciones cerradas; a trabajadores sanitarios; a personas que puedan transmitir la gripe a pacientes de riesgo: trabajadores de centros asistenciales de mayores, trabajadores sociales de similar dedicación y cuidadores y convivientes con personas de riesgo, así como servicios esenciales.