El medio centenar de alumnos que conforman la sexta promoción de grado de la Escuela Universitaria de Enfermería de Ávila celebraron este sábado su ceremonia de graduación, un acto que vivieron con la emoción y la alegría propias de un acto solemne que, además, marca el fin de su etapa universitaria. Acompañados de sus profesores, pero también de su familia y de sus amigos, protagonizaron una ceremonia a la que acudieron ataviados con sus mejores galas. En una profesión históricamente femenizada como la enfermería, las mujeres siguen siendo mayoría, aunque «llevamos unos años que está aumentando el número de chicos», apuntaba poco antes de iniciarse el acto Pilar González Arrieta, directora de la Escuela de Enfermería, dependiente de la Fundación Cultural Santa Teresa y adscrita a la Universidad de Salamanca. Precisamente, el padrino de esta promoción fue el presidente de la Diputación Provincial de Ávila, Carlos García, que subrayó la veteranía del centro universitario, que suma ya «cuarenta años» de andadura, tiempo en el que se han formado en sus aulas «2.500 profesionales de la enfermería», apuntó. García quiso resaltar también la elevada tasa de empleabilidad de los alumnos de la Escuela de Enfermería de Ávila, situado en «un 99%, lo que pone de manifiesto que la tutela de la Universidad de Salamanca está haciendo un trabajo muy importante». El padrino de esta nueva promoción de enfermeros deseó a los recién graduados «lo mejor porque su éxito profesional va a redundar en el cuidado de las personas», al tiempo que ponía en valor el carácter «vocacional y servicial» de una profesión «que de manera directa redunda en la sociedad», recordó. En la actualidad, la mitad del alumnado de la Escuela de Enfermería procede de Ávila y su provincia, el resto de otros puntos de la geografía nacional, incluso «de las islas Canarias y Baleares», reveló su directora.