"La añada pinta muy bien, pero la campaña será complicada"

Mayte Rodríguez
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Charlamos con Cristina Carrillo, copropietaria de la bodega finca Fuentegalana, situada en Navahondilla

"La añada pinta muy bien, pero la campaña será complicada"

A Cristina Carrillo (Madrid, 1976) se le nota el entusiasmo por lo que hace. Tampoco cuesta adivinar la satisfacción que para ella supone haber sabido profesionalizar lo que empezó siendo «una viña de fin de semana», aunque de su conversación fluida lo que rezuma por encima de todo es el orgullo de haber logrado que en la viña de su familia, en la que tanto trabajó su abuelo y a la que tan apegado siempre ha estado su padre, Juan Ramón, se elaboren «vinos frescos, vinos artesanos que son el reflejo del paisaje y del clima» de Navahondilla, el pueblo fronterizo entre Ávila y Madrid en el que se encuentra la bodega Fuentegalana, que lleva el nombre de la viña en la que se encuentra. Y el de un proyecto vitivinícola ((www.fuentegalana.es) que produce «entre 15.000 y 20.000 botellas al año», principalmente a base de dos variedades de uva que no responden a los cánones de una zona en la que dominan la garnacha y el albillo real. De hecho, ella admite que la suya es una bodega «atípica en la zona porque empezamos a elaborar con variedades que no son locales», apunta.  «Casi todo nuestro viñedo es de uva syrah porque se adapta muy bien al ambiente», nos cuenta. No obstante, también tienen «una pequeña parcela de cabernet», simple y llanamente porque «me encanta el vino que sale y tampoco es mucha produccción».

¿Qué es lo primero que le viene a la cabeza sobre Ávila?
Tierra.

¿Qué es lo que más le gusta de Ávila?
La comida.

"La añada pinta muy bien, pero la campaña será complicada"

¿Y lo que menos le gusta?
El frío.

Un lugar para perderse.
La Sierra de Gredos.

Un recuerdo de la infancia.
Debajo del guindo que tenemos en la viña, merendando junto a mis padres y mis hermanos en torno a la mesa de pizarra después de haber estado mi padre haciendo cosas en la viña.

Un personaje abulense que le haya marcado.
... 

El mayor cambio que necesita Ávila es…
Apostar por ella misma y ver que tiene gente y medios para hacer muchas cosas y poder desarrollarlas, sin miedos de salir ni de pensar que tenemos que ir a Madrid para hacer cosas. Ávila tiene muchas cosas para poder trabajar en ella.

¿Qué tiene que mantener?
Su historia, su patrimonio.

¿Qué le parece Ávila hoy?
Yo creo que Ávila ha ido modernizándose al mismo tiempo que todos. Ves con los pueblos se han ido modernizando. El problema de nuestros pueblos es que los hemos ido vaciando, pero tienen que conseguir mantener su idiosincrasia, su singularidad, y al mismo tiempo modernizarse. Hay muchas empresas de la industria agroalimentaria y eso no lo encuentras en las ciudades, lo encuentras en los pueblos, que es donde están. 

¿Cómo ve Ávila en el futuro?
Espero que creciendo y sabiendo desarrollar y poner en valor toda la gastronomía, el paisaje y la biodiversidad que tiene la provincia.

¿Qué puede aportar usted a Ávila?
Nosotros podemos aportar, dentro de la gastronomía, un alimento -como es el vino- que pueda esos guisos tan estupendos de la provincia de Ávila en los restaurantes y en las casas. 

 

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