Cáritas hace balance de 2018

I.Camarero Jiménez
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Un total de 324 usuarios que acudieron a esta entidad lograron un puesto de trabajo durante el año pasado

Cáritas hace balance de 2018

Cáritas, coincidiendo con la celebración del Corpus y del Día de la Caridad, hizo este jueves balance de las actividades que ha realizado a través de sus numerosas líneas de actuación durante el pasado 2018. Cuatro de sus responsables exponían ante los medios una memoria que da mucho que pensar y que debería animar a que la gente se mueva para colaborar y, entre otras cosas, a «abrir puertas» a quien lo necesita, no tener miedo, dejarse tocar, salir al encuentro y ponerse en marcha para tratar de hacer un mundo mejor porque el actual lo necesita. Más de 1,1 millón de euros ha precisado Cáritas para llevar a cabo sus diferentes programas y acciones con los que ayudar a centenares de personas que han acudido a ellos durante el año pasado.

Así por ejemplo la técnico de Atención Primaria, María Estévez ponía cifras a algunas acciones. En 2018 atendieron a un total de 1.789 familias (con 7.156 beneficiarios) de las que 521 eran inmigrantes. Explicaba Estévez que atendían a núcleos familiares compuestos de media por cuatro personas que son a las que se ha prestado ayuda en temas tan necesarios como alimentación, medicinas, ropa, alquileres o suministros, explicaba. Sólo en este programa el gasto se eleva hasta los casi 351.000 euros ya que incluye además el economato.

Como novedad, preocupante, también aseguraba que se está atendiendo cada vez más a gente indocumentada, que solicita protección internacional y que los casos más destacados llegan de Venezuela. A ellos hay que atenderles con recursos como el economato de Cáritas  que ha tenido 812 beneficiados y que estiman de cara al próximo año crecerá del orden del 30% tal y como están viendo la evolución al respecto. Sólo en ayudas directas ha supuesto un desembolso de 66.000 euros cuantificaba. Además detallaba también que dentro de el programa de acogida el albergue ha servido de hogar también a 836 personas.

Son probablemente algunas de las acciones con mayor visibilidad pero Cáritas es más y consideran que no basta con ayudar en este sentido sino también y para que el problema no se ‘herede’ se trata de concienciar a las personas que acuden a ellos e incluso en formarlos para que encuentren un empleo con el que poner freno a una mala situación. Dentro de ese programa y como responsable del mismo hablaba Jesús Gil, quien ponía sobre la mesa ese programa que ha recibido en su seno a 416 personas a las  que se ha acompañado en todo el itinerario, en formación, información, prospección laboral e intermediación a la hora de lograr un puesto de trabajo. También en 2018 se consiguió crear 325 puestos de trabajo, además destacaban que es un programa transversal que atiende a sin techo, a drogodependientes, a mayores, etcétera. Para ello han necesitado lógicamente de empresas colaboradoras a las que animó a mantenerse y pidió que se sumaran más a la causa. También Cáritas ayuda en la búsqueda del autoempleo y en ese sentido en el último año se ha apoyado en la creación de nueve empresas porque «hay gente que quiere poner un negocio». En todo ello se ha invertido más de 233.000 euros

Otra de las patas importantes sobre las que se asienta la acción de Cáritas tiene que ver con la atención a la infancia, a la juventud y a las familias. Sobre ello intervino Quintín García como su responsable  y fue especialmente crítico puesto que dada como está la situación actual, según el informe Foesa a nivel nacional todo indica que no sólo estamos peor «que antes de la crisis si no también peor que durante la crisis» y eso además está afectando especialmente a las familias con hijos. De ahí su línea de apoyo escolar cada vez más demandada porque «el sistema educativo no da respuesta al problema», decía y del mismo modo ocurre con las ayudas que necesitan, en especia personas refugiadas, y que tampoco reciben respuestas por otra vía. Por supuesto incidió en la necesidad «de que los padresse pongan en marcha y consigan ser un ejemplo» porque es «la familia la que debe actuar como motor de cambio para que no se herede el problema».

En total decía se ha atendido a 150 personas de forma directa y a 1.700 de manera indirecta con un desembolso de casi 72.000 euros y en este caso hablamos de prevención, educación, ocio y tiempo libre, orientación laboral, formación, apoyo a familias.

Ante esta situación y aprovechando la celebración del Día de la Caridad y del Corpus no dudaban en pedir colaboración porque «la caridad y el compromiso son necesarios», tal y como decía el delegado episcopal de Cáritas, Fernando Carrasco. Él mismo quiso destacar otros programas que desvelan duras realidades como el incremento de personas con problemas de drogas ya que el Centro de Atención a la Drogodependencia CAD dio servicio a 310 personas y mediante el programa Frena, de prevención, recibieron formación 52 personas. Más de 200.000 euros fueron a este programa.

Atención a reclusas y a ex reclusas es en lo último que incidió Carrasco. Son 14 las atendidas en brueva, se han ofrecido talleres de los que se han beneficiado 38 internas y además  han puesto a su disposición el piso que tienen de acogida, 14 personas en 38 salidas pasaron por allí.

Muchas partes de un mosaico completamente necesario ante la realidad actual y que ayer exhibió músculo y pidió colaboración en una marcha que partió del Lienzo Norte y llegó a los Cuatro Postes para escenificar con la muralla  de fondo una ciudad, una entidad de puertas abiertas.