«Una labor increíble, necesaria»

M.M.G.
-

La Reina Sofía visitó las instalaciones del Banco de Alimentos de Ávila al que la fundación que lleva su nombre ha donado un refrigerador por valor de 15.000 euros

«Una labor increíble, necesaria» - Foto: David Castro

Una labor increíble, necesaria».Con estas palabras definía la Reina Sofía la función que desarrollan los Bancos de Alimentos de todo el país instantes antes de conocer en persona la labor que a diario realiza el Banco de Alimentos de Ávila.

En una visita de carácter privado, la reina emérita recorrió las instalaciones que la ONG tiene en Ávila, concretamente en el polígono de Vicolozano.

Con puntalidad británica y vestida con un sencillo pantalón negro, jersey rojo, chaqueta de cuadros y fular en el cuello, la Reina Sofía llegaba a las instalaciones del Banco de Alimentos de Ávila a las doce del mediodía.

«Una labor increíble, necesaria»«Una labor increíble, necesaria» - Foto: David CastroA las puertas le esperaba Fernando Gutiérrez, presidente del Banco de Alimentos de Ávila,  acompañado por el tesorero de la Federación de Bancos de Alimentos, Gregorio Pérez Calvo, y el presidente de la Federación de Bancos de Alimentos de Castilla y León, Jesús Medianilla, así como por diversas autoridades locales y regionales. Allí estaban también el delegado del Gobierno, Javier Izquierdo; el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera; el presidente de la Diputación; el delegado de la Junta de Castilla y León en Ávila, José Francisco Hernández Herrero; y el subdelegado del Gobierno en Ávila, Arturo Barral.

reunión de trabajo. La visita de la reina, que estos días se encuentra recorriendo algunos de los Bancos de Alimentos de todo el país, arrancaba con una reunión de trabajo en la que, tal y como explicó después de la visita Fernando Gutiérrez, doña Sofía mostró su interés por la labor que llevan a cabo los diez voluntarios de la ONGen Ávila. «Se ha interesado por cómo atendemos, por cómo se distribuyen los alimentos, por la maquinaria con la que contamos», compartía Gutiérrez algunas de las curiosisdades de una reunión en la que las autoridades locales y regionales también compartieron con la reina emérita algunos datos relativos a la situación de Ávila en materia de reparto de ayudas para los más desfavorecidos tanto en Ávila como en  Castilla y León.

«Es una persona muy abierta, se puede charlar con ella de todo», decía un orgulloso Fernando Gutiérrez, feliz de haber podido recibir en su casa a la reina emérita.

«Le interesan muchísimo los niños», abundaba en las sensaciones que le había trasladado doña Sofía, cuya institución, por cierto, hace todos los años una donación de leche para los más pequeños y ha donado un refrigerador valorado en 15.000 euros.

«Y también está muy interesada en la labor de los voluntarios», seguía hablando Gutiérrez, que no tenía duda al asegurar que creía que la reina se había marchado «impresionada» por cómo se organiza el banco abulense. «Por cómo lo tenemos organizado, por la limpieza, por el trabajo que llevamos a cabo también en la oficina...», enumeraba algunos de los aspectos que doña Sofía les señaló en su recorrido por la nave.

Tras la visita a las instalaciones, en cuyo recorrido, por cierto, la reina emérita también pudo ver cómo se cargan las furgonetas antes de salir al reparto de alimentos, así como dejar su rúbrica en el libro de visitas del Banco de Alimentos. «Ha agradecido al banco la labor que realiza, y también la de los voluntarios», decía Gutiérrez.

Por cierto que doña Sofía también quiso posar en una foto de familia con los voluntarios del banco que, ataviados con sus inconfundibles chalecos azules, disfrutaban de un momento muy especial para ellos, al significar el reconocimiento a la labor que, cada día, realizan de manera desinteresada.

Muy cariñosa con todos ellos, la Reina Sofía también posó con las autoridades presentes en el acto, antes de recibir un pequeño detalle por parte del Banco de Alimentos. «La hemos regalado una taza con nuestro logo», compartía con los medios de comunicación Fernando Gutiérrez.

La visita concluyó pasados unos minutos de la una de la tarde. Lo hizo entre los aplausos de los voluntarios que, tras su marcha, regresaban al trabajo,