Ceramistas y alfareros acercan su trabajo a los abulenses

M.M.G.
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La XXIX Feria del Barro abrió sus puertas para, durante este puente, sorprender a los paseantes con las piezas que salen de sus talleres y con las que han llevado a sus disciplinas al siglo XXI

Ceramistas y alfareros acercan su trabajo a los abulenses

Quién no ha tenido en casa alguna hucha de cerdito de barro? ¿O un botijo? Son de esas piezas que forman parte de las historias de todas las familias y que sobreviven al paso de los años. Incluso de los siglos.

Y si lo hacen es gracias al trabajo de ellos, ceramistas y alfareros, que se esfuerzan a diario para que sus talleres sigan funcionando y manteniendo vivos unos oficios «que hunden sus raíces en el origen de las civilizaciones». Así los describió este miércoles la teniente de alcalde responsable del área de Cultura, Sonsoles Sánchez-Reyes, que inauguró, en compañía de José Luis López, presidente de la Asociación de Ceramistas y Alfareros de Ávila, Avialfar, la XXIX Feria del Barro.

La plaza de Adolfo Suárez vuelve a ser el escenario elegido para la instalación de una carpa bajo la que muestran sus trabajos 14 expositores llegados en su mayoría de la Comunidad Autónoma pero también de las vecinas Cantabria y Madrid.

«Queremos promover y dar a conocer la alfarería y la cerámica», explicaba uno de los objetivos de la muestra López, que reconoció estar viviendo «un momento complicado» al no contar estas disciplinas con el apoyo de las administraciones a nivel nacional. «Es un oficio que se tendría que tener más en cuenta dada su importancia», argumentó el presidente de Avialfar (profesional instlado en Poyales del Hoyo). «Es un oficio que se ha usado en todos los pueblos», continuó explicando López, que en cualquier caso sí que quiso agradecer tanto al Ayuntamiento de Ávila como a los propios abulenses el apoyo recibido en cada una de las ferias.

Piezas de toda la vida, como decíamos, pero también otras mucho más modernas y de diseño llevadas a la decoración o a la joyería pueden contemplarse (y comprarse) en la Feria del Barro. «Los ceramistas tiran más por el diseño y la decoración y los alfareros por las piezas tradicionales y piezas de uso», apuntó López.

Por cierto que Sonsoles Sánchez-Reyes aprovechó su visita a ceramistas y alfareros para anunciar que, coincidiendo con la celebración del trigésimo aniversario de la feria el año que viene, está previsto organizar «actividades complementarias» que ayuden a acercar a los ciudadanos estos oficios tan arraigados en España.

Para la teniente de alcalde, uno de los aspectos más interesantes de la Feria del Barro pasa por el hecho de que en ella coexisten «piezas muy tradicionales con piezas de diseño, innovadoras y con apuestas atrevidas».

Por todo ello, animó a los abulenses y a los turistas a que continúen apoyando, como lo han hecho hasta ahora, la feria. Porque, aseguró, el que se lleva a casa una pieza de barro se está llevando, en definitiva, un trocito de nuestra tierra.