El director general de Personas Mayores, Personas con Discapacidad y Atención a la Dependencia, Pablo Rodríguez Hoyos, avanzó hoy que la asistencial personal y la teleasistencia avanzada, que comenzó a implantarse en Castilla y León, serán las dos prestaciones que salgan más reforzadas tras la crisis sanitaria del COVID-19. 

Rodríguez Hoyos, que compareció este lunes a petición del Grupo Popular ante la nueva Comisión de Discapacidad de las Cortes, destacó que la Junta ha ordenado que en seis o siete días se concedan las ayudas de emergencia social, ha flexibilizado el régimen de incompatibilidades entre prestaciones, permitirá solicitar los cambios aplicados ya durante dos meses atrás y activará próximamente la actualización de las valoraciones de la dependencia.

En ese sentido, el director general argumentó en declaraciones recogidas por Ical que la prestación que más se va a reconocer ahora es la asistencia personal porque genera más autonomía y marcó diferencias con la ayuda a domicilio. “Va a salir reforzada” dijo en la Comunidad, que recordó es la segunda autonomía con mayor número, más de 1.300.

También consideró que se va a consolidar la teleasistencia porque argumentó que es un modelo telemático, que a su juicio ha demostrado la capacidad de seguir y controlar de forma no presencial a los usuarios. “Es una fórmula que tiene clave de éxito de presente y futuro importante”, dijo y recordó que la avanzada que diseña la Comunidad añade el seguimiento de la salud del usuario, pero también da cobertura al cuidador.

El responsable de Discapacidad de la Junta indicó que han surgido nuevas necesidades que se han resuelto con una prioridad social. Estas, dijo, se han producido al recibir el alta hospitalaria algún residente, para lo que se decidió el regreso en condiciones de seguridad a su centro u otro, o el traslado a unidades intermedias. La misma solución, explicó, se ha dado a los que vivían en su domicilio, pero que no estaban en condiciones de regresar en las mismas condiciones.

Igualmente, Rodríguez Hoyo destacó la apuesta por la coordinación con el Cermi y los servicios sanitarios en las actuaciones puestas en marcha durante la pandemia. También, para impulsar la intervención directa, recordó que se dotó de flexibilidad a los recursos, para salir del corsé de los procedimientos administrativos, como en materia de personal o materiales de protección o mediante la creación de otras estructuras intermedios para dar cobertura.

Al respecto, remarcó que la Junta ha introducido los servicios telemáticos en la atención temprana para niños, la promoción de la autonomía o los itinerarios de inserción, ante la dificultad estos dos meses de aunar la atención, desde los Servicios Sociales, y evitar contagios y salvar vidas. La discapacidad hace “difícil”, dijo, requiere un esfuerzo“todavía más ímprovo” para atender a las personas de forma “diferente” y éstas fueran receptivas a lo establecido.

“Hay cosas que no se han hecho bien”, reconoció, pero destacó las fortalezas, como la planificación, la respuesta ágil y la coordinación, para “aprender juntos” en el futuro. “Nadie estaba preparado", sentenció para esta "nueva realidad". "Tenemos que trabajar más unidos que nunca", concluyó.