El escritor palentino Gonzalo Calcedo, Premio Castilla y León de las Letras, apostó hoy en Frómista (Palencia) por permanecer unidos frente a la pandemia del COVID, por que no somos "islas", y hacer uso de la paciencia y el respeto con el objetivo de asegurar la "arribada y largar el ancla en aguas someras y tranquilas". Como buen amante del mar puesto que vive a orillas del Cantábrico, apuntó la necesidad de no extraviarse gracias a la carta marina y el compás de la navegación. "Nos atañe ese esfuerzo, ese sentimiento último de enrolamiento que une a una tripulación, a una sociedad, a una causa por que vivimos una época en que hay que navegar contra el viento", apuntó en declaraciones recogidas por Ical.
En su discurso titulado 'Abrazar el viento' que dirigió a los escasos asistentes, con motivo de la pandemia del COVID, al acto de entrega de los Premios Castilla y León, el autor hizo referencia al momento actual marcado por la "deriva" y el "abatimiento". Y es que demandó, según recogió la Agencia Ical, ser combativos y trabajar con "abnegación" para coser los "desgarrones de una sociedad ahora abierta en canal", con el uso de herramientas que les ha proporcionado la vocación a cada uno de los galardonados.
"Todos los que estamos aquí, desde el anonimato o la notoriedad, hemos hecho de un oficio una entrega semejante. Una razón de ser que nos mejora y trata de mejorar a los demás, evitando tropiezos, tutelando, haciendo pensar y disfrutar", añadió. En este sentido, aseguró que el presente necesita de "todos" y de su "callada osadía". "Cada uno de nosotros compensará sus pérdidas con sus armas, con nuestro querido idioma, con estudio y horas de laboratorio, taller, gimnasio, reuniones, llamadas de teléfono y desvelos varios. Todos, a nuestra manera, somo corredores de fondo", precisó.
En nombre de todos los premiados correspondiente a la convocatoria del año 2020 como Mariano Esteban (Premio Investigación Científica y Técnica e Innovación), José Luis Alonso (Artes), Teófanes Egido (Ciencias Sociales y Humanidades), Mariano Haro (Deportes) y Manuel Dos Santos, en representación de la Agrupación Musical de Guardo, y Francisco Javier Arroyo, de la Asociación para el Desarrollo Rural Integral para la Ribera del Duero Burgalesa (Valores Humanos y Sociales), además de la Medalla de Oro de Castilla y León, José Vicente de los Mozos, el escritor valoró que hoy estaban representados "lo bueno que hay entre nosotros" y del esfuerzo personal. "El azar nos ha hermanado en unas circunstancias que, sin embargo, lastran el júbilo y el apretón de manos más cercano", confesó en su particular cuento.
"Artífices de lo perdurable"
Citó los científicos, investigadores, pintores, escultores, poetas, novelistas, filósofos, ensayistas, deportistas, asociaciones, activistas, profesores, maestros, músicos, empresarios, personas que hacen de su trabajo un bien común, de los que dijo son "artífices de lo perdurable" frente al "efímero exhibicionismo de las redes sociales".
Su intervención, que tuvo lugar en la Iglesia de San Pedro en Frómista (Palencia), comenzó con unas palabras de agradecimiento al garante de estos premios, la Junta de Castilla y León, que transciende su papel administrativo y gestor para que, a través de los galardones, "abrazar un humanismo que hoy nos reconforta y ayuda".