El Certamen Ávila en Dos Pinceladas está de aniversario, acaba de cumplir 10 años y tiene la intención de editar un recopilatorio con los mejores creaciones de esta andadura. En él aparecerán los ganadores de las nueve ediciones anteriores y los que el jurado estime que fueron los más interesantes de los que se pintaron  este sábado, pero para eso primero tendrá que reunirse y debatir y, a tenor de lo visto, habrá que pensar.

Lo primero por la alta participación y lo segundo por calidad y es que fueron más de un centenar de niños los que se cargaron con sus estuches, acuarelas, pinturas, ceras, rotuladores y sobre todo una mochila provista de imaginación para en teoría pugnar por los premios. Y es que  en la práctica, la mayoría, simplemente dibujaron por amor al arte ,que se suele decir.El entusiasmo era patente desde que hacían cola en la entrada hasta que desde la organización comprobaban su nombre y les abrían las puertas (figuradas) a un paseo del Rastro que les debía aportar las ideas que llevar a sus lienzos. Lo importante era pintar, dibujar «lo que véis», sólo eso que, la verdad, ya era suficiente. La Muralla protagonnizó no pocas obras, pero también el campanario de Santiago, las estribaciones de la Paramera y la Serrota, el Valle Amblés y también los molinos de viento tan alejados que los mayores apenas nos percatamos de que están, pero ellos sí. Niños jugando entre las piedras, torreones, almenas... Una maravilla contada a golpe de lápiz, pincel...y desde la mente de niños nacidos entre 2008 y 2011 pues para ellos es el concurso del que mostraba su orgullo el presidente de la Asociación de Vecinos Puerta del Alcázar-Zona Centro, Valeriano Hernández,uno de los dos organizadores que programan esta cita, con la inestimable colaboración del Ayuntamiento. Por cierto que para ver el buen desarrollo del certamen acudieron a la zona la teniente de alcalde de Servicios Sociales y Hacienda, Ángela García, y la concejala de Servicios Sociales, Paloma del Nogal.