La compraventa de viviendas se mantiene a la baja en un año 2020 marcado, irremediablemente, por la crisis sanitaria de la COVID-19 también en lo que a los indicadores económicos se refiere. La incertidumbre y el parón que ha provocado la pandemia en muchos ámbitos también se refleja en el movimiento inmobiliario y, en concreto, en la decisión de adquirir una vivienda, aunque todavía son centenares las personas que en este atípico ejercicio se han decidido a apostar por una nueva vivienda, bien para destinarla a su hogar habitual, para tener una segunda residencia o con el objetivo de ponerla en alquiler como una inversión para el futuro. 

Según la estadística de Transmisiones de Derechos de la Propiedad del INE, la cual ofrece información sobre el número de derechos sobre bienes inmuebles trasmitidos a partir  de los datos de los Registros de la Propiedad de todo el territorio nacional, entre los meses de enero y agosto se realizaron en la provincia de Ávila 674 operaciones de compraventa de viviendas, frente a las 1.040 del mismo periodo del año pasado, lo que deja un descenso porcentual del 35%, con 366 viviendas menos vendidas. Esta reducción  se hizo más evidente en los cinco meses en los que ya estaba presente la pandemia, no en vano si entre enero y marzo se llevaron a cabo 341 compraventas, en los cinco meses restantes, ya con la COVID-19 de por medio, se contabilizaron 333. El mes con menos operaciones fue marzo, con el estado de alarma ya declarado, cuando las operaciones se quedaron en 32. En abril, con el confinamiento todavía vigente, el número de viviendas adquiridas también fue más bajo de lo habitual, de 57.